la guardaespaldas

Cap 22

Mientras Malú y Vanesa iban a dar rienda suelta a lo que sentían y no podían evitar ninguna de las dos en el bar del hotel después de que Malú fuera a la habitación de Vanesa, Ana invito a una copa a Vero.

-Que quieres tomar?

-Un agua con gas.

Ana la miró sorprendida.

-Me lo estás diciendo enserio?

-Tengo que estar alerta por lo que pueda pasar.

-No bajas la guardia nunca?

-Pocas veces.

-Esta con Malú no creo que salgan de entre las sabanas tomate un respiro.

-Mejor no.

-Tu lo que me tienes es miedo.

-Miedo de que Ana?

-De beber perder la razón y terminar en mi cama.

-No necesitaría beber para meterme en tu cama.

Vero lo dijo en serio, Ana medito una respuesta que no encontraba, se le había insinuado, quería lo mismo que ella, tardo unos segundos en pensar, miró al camarero que aún esperaba una respuesta y le dijo

-Una botella de champán y dos copas para llevar, nos la beberémos en la habitación, carguelo a la habitación.

El camarero asintió y fue a por el pedido, Vero miró asombrada a Ana.

-No me digas ahora que me la tengo que beber yo sola?

-No compartir es vida.

Tras su respuesta agarro la botella y paso de las copas beber de ella era mejor y tampoco tenía previsto beber, sólo beber de ella.

Ana agarro la mano de Vero y tiro de ella hasta los ascensores fue cerrarse la puerta del ascensor cuando una sorprendida Ana fue empotrada contra la pared del ascensor.

Vero fue directa a su boca besándose sin freno, Vero muy hábil le levantó una pierna enganchandola a su cintura y su mano habilidosa fue directa a su sexo, lo noto tan húmedo y tan preparado que no se lo pensó, le metió dos dedos dentro de ella causándole un gemido que Vero se lo bebió entero, sus dedos entraban y salían sin contemplaciones, Ana quería más por la manera que su cuerpo se movían, se iba a correr a lo bestia cuando la puerta del ascensor se iba abrir.

Vero fue rápida en sacar sus dedos de ella y apartándose de su cuerpo no era conveniente que al abrir la puerta fueran vistas y menos por sus compañeros de seguridad que deberían de seguir postrados en la puerta de la habitación.

Ana había quedado a medias y frustrada le quedaba nada para venirse con esos dedos maravillosos.

Vero quedó sorprendida al ver que no había nadie en la puerta de Vanesa iba a pegar la oreja en la puerta cuando Ana tiro de ella a la habitación de al lado la suya.

-Déjalas Vanesa necesita olvidar la llamada y tu necesitas relajarte y que termines lo que has dejado a medias en el ascensor.

Vero sonrió agarro su cara con sus manos para volver a comerse la boca, dando pasos hacia atrás sin despejar sus labios llegaron a la puerta y a ciegas querían abrir la puerta que se resistía.

Una vez abierta y cerrada tras ellas, sin despegar sus labios, sin sus manos estarse quietas fueron perdiendo la ropa en la misma puerta de la habitación.

Ya desnudas Vero agarro a Ana de su trasero apretandolo se la subió a su cintura, dando tumbos a ciegas llegaron hasta la cama, dejándose caer en ella rodando besos desenfrenados, manos inquietas recorriendo la piel desnuda de cada una, sus pechos se frotaban, la pierna de Vero presionaba el sexo húmedo de Ana, gemian entre besos suspiraban con tanto placer, sus dedos a la vez entraron en sus sexos penetrandose con ganas, cerraban los ojos explotando en un terrible órgasmo, cayendo rendidas en la cama.