la guardaespaldas

Cap 59

Íbamos los cuatro metidos en el coche, Pepe al volante a su lado Pepi y Lucía y yo detrás, yo aún no podía conducir y más dos horas largas que teníamos de viaje hasta la cárcel.

Al salir temprano Lucía no tardo en quedarse dormida todo el camino y casi lo agradecimos, Lucía estába bastente nerviosa desde que decidimos llevarla con nosotros pero se entero fue casi imposible negarnos, le explicamos como era una cárcel le enseñamos fotos para no se encontrará ninguna sorpresa muy desagradable, estaba asustada y emocionada a la vez.

Malú no sabía que iba Lucía si que iba a ir yo, con todos juntos pensamos que no gritaria por haberla llevado.

Al ser domingo día de visitas familiares no lo haríamos a través de un cristal que para la niña sería más traumatico no poder abrazarla, las visitas se hacían en habitaciones separadas con más intimidad de otros presos pero eso sí con cámaras y funcionarios en la puerta.

Aparcamos en el pàrquing de la cárcel provisto para las visitas y fue cuando ya tocaba despertar a la pequeña.

-Lucía despierta cariño ya hemos llegado.....

Le susurraba despacio para que no se despertará acelerada, abrió los ojos despacio se los frotó con sus manitas mientras preguntaba por ella.

-Mamá...

-En un rato la veremos ahora tenemos que pasar por el control estas preparada?

Le pregunto su abuelo.

-Si.....

-Tienes miedo?

-No.... Si...

-No pasa nada tranquila tu no sueltes mi mano vale.

Le dije yo a la pequeña.

Salimos del coche sus ojos se abrieron   como platos mirando aquel edificio tan grande sus muros tan altos y tan feo, apretó mi mano, estaba asustada no mas que yo.

-Quieres que nos vayamos?

Le pregunte.

-No..... Quiero ver a mi mamá.

-Preparadas?

-Si abu vamos a ver a mami.

Se agarro fuerte a mi mano cuando atravesamos la primera puerta donde un funcionario nos hizo poner nuestras pertenencias en una cinta para escanear que no lleváramos nada, luego nos lo hicieron a nosotros uno a uno, Lucía de un salto se agarro a los brazos de su abuelo escondiendo su carita en su cuello, luego pasamos para identificarnos con nuestros documentos verificaron que todo era correcto, nos pusieron una pegatina a casa uno donde ponía visita, uno de los funcionarios nos acompaño a la sala.

-Esperen aquí unos minutos.

Entramos dentro, cerró la puerta tras el, la sala era amplia, una mesa con seis sillas un par de máquinas en un rincón uns de comida y otra de cafés.

-Y mami?

-Ahora vendrá cariño.

Ninguno se sento seguimos de pie unos interminables minutos hasta que escuchamos abrirse la puerta, tras ella una Malú con su mono naranja típico de la cárcel, en la primera vista la encontré más flaca, su piel más blanca de la costumbre pero igual de guapa.

-Mami!!!!!

Estaba sentada en la mesa del comedor de la cárcel, desayunando como todas las mañanas, sentada en la misma mesa con mis mismas compañeras.

-Nerviosa?

Me preguntaba una de ellas.

-Bastante....