la guardaespaldas

Cap 35

Volví a llamar a la puerta de su habitación por enésima vez.

-Lucía vamos a llegar tarde.

-Ya mami cinco minutos.

-Eso lo estás diciendo hace una hora.

-Que si mami pesada.

-Necesitas que te ayude?

-Es sorpresa y está la abuela.

-Anda toma y relájate.

Mi padre me ofreció una cerveza sin alcohol, el sabía perfectamente que cuando estoy de servicio no bebo y hoy era un día muy importante, le di un trago a la cerveza y fuimos al salón.

-Solo tiene seis años no puede ser tan coqueta.

-A ti no se te parece hija es más a su  abuela.

O a su tía pensé yo y se me vino a la cabeza estos últimos días, no nos habíamos vuelto a acostar no por ganas si no por tiempo y disimulo, pero Vanesa siempre encontraba unos minutos a solas para comerme la boca.

-En que piensas hija?

-Eh.... En nada papá, vas muy guapo con ese traje deberías salir más con mamá.

-En eso te pareces a mi pequeña.

-Papa no me llames pequeña.

-Siempre serás mi pequeña, otra cosa que te pareces a mí es en cambiar de conversación cuando no te interesa, que te preucupa sabes que puedes contárselo a tu padre.

-No es nada papá, el trabajo me estresa.

-Esa vanesa te lleva de cabeza.

-Que dices papá.

-Tu padre no es tonto y yo y tu madre hablamos y esa chica te gusta.

-Es de otro mundo, es un imposible.

-No hay nada imposible si uno quiere, no te he contado como me enamore de tu madre.

-Un millón de veces y lo mucho que renuncio ella por estar a tu lado yo no pienso renunciar a.....

-A que hija?

-Mami cierra los ojos.

Salvada por la campana.

-No hagas trampas eh?

-Que no....

-A la de tres una, dos y tres!!

Abri los ojos y me di la vuelta y me quedé maravillada al verla era una mini Vanesa.

-Estas preciosa, una mugercita.

-Cuanto se le parece....

-Mamá....

Le susurre por lo bajo para que callara.

-Estoy guapa mami?

-La más guapa, puedo abrazarte?

-Con cuidado mami.

No le hice caso y la abracé y me la comi a besos.

Se hacia tarde, los subí al coche para llevarlos al recinto donde estrenaban por todo lo alto me puse el pinganillo en la oreja y llamé a Vero.

-Estoy de camino Vero y vosotros.

-Apunto cuando tu nos digas ponemos a luciérnaga en movimiento, ya verás brilla con luz propia, cuando la veas te vas ahogar con tu propia baba.

-No será para tanto, cuando los deje en su palco me reúno con vosotros en la puerta.

-Entendido jefa.