Cap 49

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-Quiero dos tíos postados en la puerta, no quiero que entre nadie que no sea sanitario y bien identificado.

-No crees que exageras hija solo vamos a estar una noche.

-No mamá, mientras Javier esté suelto toda precaucion es poca.

-Luego cuando vayamos a casa también?

-Ya te lo he dicho mamá a la niña no voy a dejarla  sola y a ti tampoco.

-Ese tipo debe de estar lejos.

-Es lo que no sabemos.

-Si no aparece nunca vas a tener custodiada a la cría?

-Mamá Javier posiblemente ya se ha enterado que es el padre de Lucía, es capaz de todo.... Vanesa está muriéndose.

-No se va a morir ten fe hija.

-Todo esto es mi culpa por no haberlo matado cuando me violo ahora papá esta fuera de  si tengo miedo de que sea el quien apreté el gatillo por que el no dudará como lo hago yo.

Mi padre desde hace unas horas de que se ha enterado de la verdad ha tomado las riendas, el es el que me ha propuesto tener vigilada a Lucía y a Vanesa, por que puede volver a terminar lo que ha empezado.

Lucía duerme, está bien nadie diría que ha estado dormida por horas por cloroformo, es una niña fuerte, acarició su pelo y le doy un beso en su cabecita.

-Voy a salir un momento a ver como va Vanesa.

-Esta bien hija.

Vane lleva ya cinco horas en quirofano nos habían dicho que iba para largo, pase primero por la máquina y saque tres.

Ana y Vero estaban sentadas en las mismas sillas, Ana con la cabeza apoyada en el hombro de Vero con los ojos cerrados.

-Lucía?

Me pregunta una cansada Vero.

-Bien duerme, sabéis algo?

Le pregunto mientras le paso el café a Vero y otro a Ana que se ha despertado al escucharme y me siento   con ellas.

-Nada no dicen nada.

-Habéis cogido a ese hijo de puta.

-Se lo ha tragado la tierra pero tengo todos mis recursos y mis hombres trabajando en ello y también está la policía.

-De esos no me fio, Javier es uno de ellos seguro que hay alguien dispuesto ayudarle.

-Esperemos que no creamos en el sistema.

Bebimos el café mientras yo paseaba de arriba abajo por  el pasillo en cada momento colgada al móvil trazando posibles  movimientos de Javier, quien podía ayudarlo o por donde podría escapar del país, no se lo iba a poner fácil.




Malú no iba para nada  desencaminada, Javier estaba acorralado carreteras con demasiados controles, aeropuertos llenos de policías su fotos por todas partes, los medios de comunicación habían dado eco de la noticia y no era para más la mejor actriz del país y parte del extranjero se debatía entre la vida y la muerte y había sido su hermano, se contaban verdades y verdades a medias sobre el, sus trapos sucios estaban al descubierto, era cuestión de horas ser atrapado por la policía o por la mafia de todas maneras era hombre muerto.

Enterarse de que era padre no le afecto posiblemente no seria la única pero esa niña la tubo unos minutos en sus brazos y no sintió nada  le jodia no poder hacerle daño a su madre la que odiaba con todo su ser, no había podido terminar su trabajo, y no podía escapar, su odio era muy grande y sólo le quedaba una carta cogió su móvil y llamó a la teniente una mujer con la que había tenido la relación más larga.

-Javier que haces llamando estas loco!

-Necesito tu ayuda.

-No puedo ayudarte esta vez no.

-No puedes dejarme así me lo debes!

-No te debo nada Javier la has cagado lo mejor para ti es que te entregues no puedes escapar.

-Haz algo joder!!

-No puedo estoy atada de pies y manos entregate es lo mejor que puedes hacer.

-Si me entrego soy hombre muerto y lo sabes.

-Te daré protección es lo único que puedo darte.

-Bie me entregaré tu ganas pero quiero esa protección.

-La tendrás nadie te tocará u pelo.

-Antes necesito una última cosa.

-Javier.....

-No es nada malo, tengo una hija esta en el hospital por mi culpa solo quiero despedirme de ella, haz eso por mi.

-Estas loco el hospital esta lleno de  seguridad y prensa no podrías entrar ni con ayuda.

-Con la tuya seguro solo serán cinco minutos te lo prometo entro le doy un beso de despedida y salgo, me entrego.

-Veré lo que puedo hacer, no te prometo nada, espera mis noticias.

-No tardes no tengo tiempo.

Cuando la teniente colgó hizo otra llamada donde concretaron todo detalle y luego volvió a llamar a Javier.

-Todo hecho.

-Sabía que no me fallarias.

-Ahora no lo hagas tu, te diré como entrar luego tendrás que apañartelas tu.

-Gracias.

El plan estaba en marcha entraría por urgencias en una ambulancia un enfermero cualquiera en su primer día de trabajo, gafas de pasta, pelo rapado al cero y su uniforme tardaron más de la cuenta llegar al hospital los controles eran inmensos y escuchar en voz de los que eran sus compañeros de ambulancia hablar mal de él sin saber quién era entraron en urgencias y desapareció, no  lo hecharon demasiado de menos se escabullo deambulo por el hospital, era muy grande no podía hablar ni preguntar tenía que pasar desapercibido por cualquiera que lo pudiera reconocer cosa bastante difícil ya que salía su cara por todas las televisiones.

Encontró por fin el baño que le había indicado la teniente, un baño apartado el cual no solía nadie ir ya, se habían encargado de poner en la puerta averiado, se encerró en el y se tomó su tiempo, miró la hora las tres de la madrugada, el hospital a estas horas todo estaba tranquilo en las plantas los pacientes dormían y los  enfermer@s estaban en sus cuartos.

Se miró al espejo paso su mano por su pelo rapado, luego cogió su mochila la cual habían dejado escondida, otro uniforme está vez de médico con su chapa y nombre se puso un bigote  no parecía el hechando otro vistazo al espejo, escondió su pistola en la espalda.

No se sentía nervioso, estaba tranquilo se iría al otro mundo con el trabajo hecho sería recordado de eso no tendría dudas mataría dos pájaros en uno.

Camino por aquellos pasillos tranquilos buscando la habitación se perdió varias veces este hospital era un puto laberinto, subió varias plantas hasta la planta indicada, iba despacio no habían prisas y no tenía que ser visto.

Al final del pasillo los vio dos guardaespaldas en la puerta, no habría ningún problema y si lo había dos  disparos certeros llevaba puesto el silenciador nadie se enteraría y saldría sin problemas.

Como había previsto vieron su targeta comprobaron que era la correcta de que estaba habilitado para entrar, no hicieron ninguna pregunta le habrieron la puerta y entro cerrandola despacio para  no despertar a nadie, miró a la cama en la penumbra se veía el bulto cubierto por las sabanas de su hija y al lado en el sillón otro bulto no podía distinguir quien era tampoco importaba fuera quien fuera se lo llevaría por delante, si era Malú mejor.

Sacó la pistola de su espalda quito el seguro levanto la mano y apuntó a la cama dos disparos y dos más al sillón trabajo hecho.

la guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora