Cap 12

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La tenia a mis pies y lo sabía, si no hubiera tenido alcohol en mis venas hubiera sido incapaz de tomar las riendas a esta situación, solo llevaba cuarenta y ocho horas a su cargo y me volvía loca, sabía que mañana nada sería igual pero mis ganas eran demasiadas.

La veía agobiada no sabía donde mirar mientras yo me desnudaba ante ella, sudaba al ver mi provocación, suspiraba, cerraba los ojos para no mirar, pero ella también moria por lo mismo, su cuerpo la delataba y yo me crecía.

Abrió los ojos, me quite la penúltima prenda que me quedaba en mi cuerpo, al ver mis pechos su boca se le hizo agua, se mordió su labio, pero era yo la que quería morderlo, su labio y cada parte de su cuerpo, le lance el sujetador a la cara, la escuche mientras me acercaba a ella de la manera más sensual que podía, repetia una y otra vez no no no.

Al llegar donde ella estaba sentada sus piernas la traicionaron y se abrieron y me cole de pie entre ellas, mirándonos a los ojos, desafiandola con mi mirada, sudaba cada vez más, me arrodille entre sus piernas, mis manos tocaron sus rodillas y tembló, la piel de sus brazos se erizaron y está vez fui yo la que mordió mi labio hasta incluso me hice daño sus últimas palabras antes de que mi boca se posara en la suya fueron.

-Haz lo que tengas que hacer.....

Cerró los ojos y fui a sus labios, un tierno beso de aprovacion que no tardo en volverse lujurioso, gemiamos ente besos apasionados, sus manos revolviendo mi pelo, esta vez si que tire de su labio.

Mis manos fueron derechas a su pantalón, lo desabroche y baje la bragueta, subió un poco el trasero para que yo le pudiera quitar sus pantalones, me desice de ellos mientras ella quitaba su jersey con ansias, su torso desnudo, sus pechos apetecibles, su sujetador corrió la misma suerte que ella, admire por unos instantes su precioso cuerpo, mis dedos acariciaron su clavícula alrededor se sus pechos sin llegar a tocarlos quería desesperarla más, de lo que estaba.

Malú volvió a cerrar los ojos, tiro la cabeza hacia atrás apoyándola en el respaldo del sofá, entonces fue cuando la vi, la misma cicatriz de mi sueño quede parada unos segundo sin creerme lo que veía.

-Que pasa....

Malú tenía los ojos abiertos me miraba desconcertada.

-Tsssssss nada solo te admiro.

Bese un pecho y luego el otro, los acaricie con cariño para luego pasar mi lengua por ellos y terminar mordiendo sus pezones que ya no podían estar más duros, me entretuve con ellos, después fui bajando dando besos en su abdomen hasta llegar a la cicatriz, hago como en el sueño paso mis dedos por ella y la beso, Malú no habré los ojos solo se estremece, la vuelvo a besar y sigo mi camino de besos, beso sus muslos por su interior, cerca de su intimidad, Malú abre más las piernas me invita a comer el mejor de los manjares,con mis dientes voy bajando sus bragas hasta que me desasgo de ellas completamente, su sexo brilla por su humedad, paso mis dedos por su vajina y compruebo lo mojada que está y esto me pone a mil, abro con mis dedos los labios de su sexo paso mi lengua por el lo recorro todo, no tarda de volver sus manos a volver a enredarse en mi pelo, tira de él y a la vez hace fuerza.

Lamo como si no hubiera un mañana, la escucho gritar de placer y me hago más valiente como de ella me bebo su elixir, juego con su clitoris, la penetro con mi lengua, Malú se retuerce, tengo que hacer fuerza con mis manos para que no se mueva tanto o me ahogara entre sus piernas.

Cuando creo o más bien su cuerpo me dice que ya le queda poco la penetro con mis dedos y mi boca sube a la suya, comparto su sabor  con mis besos pero ella solo puede gemir con fuerza, su último gemido lo hace en mi boca.

Voy a su cuello dejando besos tranquilizadores en el esperando que su respiración vuelva a la normalidad, escucho su corazón bombear fuerte, poco a poco ir calmandose.

Aún de rodillas entre sus piernas con mi cabeza apoyada a cuerpo, el mío pide a gritos abrazarla, cuando voy hacerlo ella me agarra, muerde mi oreja y con una fuerza descomunal para ese cuerpo pequeño me levanta del suelo y me dice.

-Vas a saber lo que es jugar con fuego, te vas a quemar.

Sus palabras lo que provocan en mi es encenderme más de lo que estoy.

Me tira a la cama, ella sigue de pie devorandome con la mirada, piensa unos instantes la veo dudar y me da miedo a que se marche pero por suerte no lo hace, se quita sus bragas, vuelvo a mirar su pequeña cicatriz, Malú si se da  cuenta no dice nada y tampoco es momento de preguntas y si de hechos, de que me haga el amor. Se sube a la cama y como una gata fiera se sube en mi cuerpo termina sentada en mi pelvis vuelve a morderse su labio y me parece tan sexy, pasa su dedo entre mis pechos los míos son más grandes que los de ella, se mueven por mi respiración acelerada, sus dedos perfilan mis pechos no deja de mirarme a los ojos, con sus manos ahuecan mis pechos y con sus dedos acaricia mis pezones, suelto el aire acumulado, deja mis pechos sus dedos acarician mis costa fos, se esta vengando de mi y me desespera, intento sentarme para besarla pero su mano me empuja a la cama y sin hablar agarra mis muñecas con sus manos y le las pone encima de la cabeza, tira hacia mi cuello lo muerde, intento besarla pero me niega mis besos en un principio hasta que se los atrapó, entonces ella suelta mis manos y van a su espalda, se mueve encima de mi, busco su contacto, necesito vaciarme, me retuerzo debajo de su cuerpo, una de sus manos se cuela entre nuestros cuerpos buscando mi sexo, me penetra con dos dedos, entran suaves gracias a mi humedad, doy un pequeño gritito, sus dedos se mueven dentro de mi dándome un inmenso placer, nunca había sentido tanto placer, nunca nadie me lo había dado así, sus besos por mi cuerpo sus dedos entrando y saliendo cada vez más fuerte, explotó en un tremendo órgasmo, jadeo y jadeo, las dos lo hacemos, saca sus dedos de mi y se hecha a un lado suspirando cansada como yo y con un poco de fuerzas que me quedan la abrazo fuerte a mi como queriendo que no se vaya que no se arrepienta de lo que ha pasado, no quiero dormir pero entre el alcohol y la adrenalina me quedo frita entre sus brazos.

Me despierto y no está, me siento en la cama buscándola y no la encuentro, tengo miedo de que sea otro sueño, la cama está revuelta, huele a sexo y del bueno, miró alrededor encontrar una prueba de que ha sido verdad, cuando estoy apunto de llorar pensando que de verdad ha sido otro sueño veo sus bragas entre las sabanas medio escondidas, sonrió esta vez ha sido verdad.

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