la guardaespaldas

Cap 38

Lo primero que vi al abrir los ojos fue a Lucía sentada encima de la cama sonriendo, le devolví la sonrisa.

-Mami que hace Vane durmiendo en tu cama.

Mire a mi lado Vanesa dormia como un bebé agarrada a mi cuerpo, su pelo revuelto por la noche de amor que habíamos pasado, por suerte fui precavida y nos volvimos a poner el pijama por si Lucía se despertaba.

-Esta abrazada a ti es tu novia mami?

-Solo somos amigas peque.

-Ya....

-Ya que Lucía?

-Me gusta mucho mami....

-No pongas esa cara de pilla eres una sinvergüenza.

-Se va quedar en casa?

-Unos días.... Vamos le hacemos el desayuno y te cuento Vane esta cansada dejemos que duerma un poco más.

Me desenrede del cuerpo del Vanesa, cogí en brazos a mi niña y fuimos a la cocina, la sente encima de la encimera mientras ponía la cafetera en marcha.

-Leche o zumo?

-Leche.

Cogí su taza favorita leche fresquita y su nesquik y una pajita, me hice yo también mi vaso le leche como ella, ya podía hacer frío la leche me gustaba fría.

-Antes de que lo escuches por ahí Mami te lo va a contar.

Lucía mientras bebía su leche escuchaba atentamente.

-Ayer cuando te fuiste a casa Mami tubo que volver a cuidarla, un hombre malo intentó hacerle daño..

-Por que mami, Vane es buena.

-Hay gente mala que le gusta hacerle daño a la gente buena como a Vanesa.

-Pero tu estás para cuidarla verdad Mami.

-Siempre cariño mama la cuidara que nadie le haga daño.

-Como me cuidas a mí?

-Como te cuido a ti siempre.

Lucía sonrió satisfecha, tampoco necesitaba saber más detalles para su edad era  suficiente.

-Vane!!

Grito Lucía me di la vuelta y en la puerta de la cocina estaba una bellísima Vanesa acabada de levantar por que así y todo estaba para comersela, las dos sonreímos y sin saber como reaccionar después de esta noche.

Me desperté al notar el vacío de la cama, las sabanas aún estaban calientes, olían a ella, olía a sexo, olía a las ganas que nos tuvimos ayer, me hizo olvidar el mal trago de anoche pero mi cabeza decía y ahora que.

Me metí primero en el baño hice mis necesidades y me lave la cara, no conocía la casa era pequeña no fue difícil encontrarlas escuchando sus voces me llevaron hasta la cocina.

Lucía sentada encima de la encimera y Malú dándome la  espalda explicaba como podía lo acontecido la noche anterior.

Lucía fue la primera que me vio.

-Vane!!

Malú se dio la vuelta y las dos sonreímos pero nos quedamos quietas sin saber que hacer pero por suerte estaba Lucía para romper el hielo y de un salto bajo de la encimera y vino corriendo hasta mi de un salto se subió a mis brazos abrazándome con su pequeño cuerpo y dandome por toda la cara sus besos.

-Llevas el pijama de la tita.

-Oh si se enfadara?

-Noooo.... Te compraremos uno para ti  como el nuestro así podrás venir a las fiestas de pijama.