Capítulo I

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-¡Basta Margot! –Gritó- No quiero escuchar ni un capricho más.

-No es un capricho querer quedarme en mi ciudad, ¡EN MI PAIS! –En realidad, no era mi país natal, pero no importaba- No tengo ganas de volver a Francia, acá están mis amigos y personas que realmente quiero.

-Por dios Margot –dijo negando con la cabeza-. No te podes quedar acá, no sos mayor de edad todavía, además los estudios los podes continuar con tu prima en la Universidad de Paris.

-Mama vos sabes que Paulette estudia diseño gráfico, no vamos a ir a clases juntas y ni siquiera al mismo horario. Por favor déjenme quedar acá –dije al borde del llanto

-Y si te quedas acá, ¿cómo vas hacer?, ¿Con quién te vas a quedar?, ¿Cómo te vas a manejar sola en la ciudad?, no lo sé hija me da miedo que te pase algo –dijo mi padre preocupado-

-TENGO UNA IDEA –dije emocionada

-Espero que no sean una de tus locuras –susurro mi madre- Haber cuéntanos.

-¿Y si se viene a vivir Millan conmigo?, es alguien de confianza ya que lo conocen desde que él tenía tres años –mi mejor amigo a veces podría llegar a ser un poco desastre, pero es la mejor persona que conozco

-¿No es muy chico Millan?

-Ya es mayor de edad, es verdad es muy joven, pero saben lo que responsable que es con todo. Él se podría mudar aquí y me ayudaría a mantener la casa y a los perros en orden, además vamos a la misma Universidad así que seguiríamos yendo juntos. -

-Si es lo que te hace feliz, por mi está bien. Te voy a extrañar hijita –dijo mi padre encogiéndose de hombros-

-¿En serio? –Dije sorprendida- Gracias papa y si yo también los voy a extrañar muchísimo.

-Bueno amor, por mi parte también está bien. Pero tienes que hablar con Millan para que mañana mismo este acá antes de que nos vayamos –dijo mi madre bastante seria-

-Sí, ya le hablo-


Minutos después...

Millan

No puedo creer todo lo que tengo que estudiar, ¿a quién se le ocurre seguir informática? solo a mí. Bueno basta Millan, siéntate y tranquilízate para estudiar todo hoy que mañana tienes sesión de fotos. Por lo menos mañana cobro para poder comprarme una nueva cama, no puedo permitirme seguir durmiendo en un sofá, donde ni siquiera entran mis pies,  dios que hago hablando solo... Basta me voy a poner a estudiar.

Segundos más tarde...

Uy, ¿quién es ahora? Como odio que me llamen, las personas no saben que existe WhatsApp, ah no claro que ni ahí les respondo, pero bueno será por algo. La gente no entiende que tengo que estudiar, dios –suspire mientras veía que era Mar

-Mar... ¿Qué paso? –Dije un poco frustrado

-Necesito que me hagas un favor muy importante para mí, ¿estas ocupado? –Se escuchaba muy ansiosa, tenía miedo de que me podía pedir, sus favores siempre terminaban en problemas.

-Estaba estudiando, pero dime ¿qué sucede?

-Em... bueno... necesito que te mudes a mi casa, por favor –dijo suplicando

-¿¡QUE!? ¿Por qué? ¿Cuándo?, no entiendo –dije confundido, además ¿Mar quería que viviera con ella? Eso sería definitivamente un desastre.

Luego de unos minutos explicándome acerca del viaje de sus padres y de porque ella quería quedarse, me quede mudo prácticamente mientras ella parloteaba acerca de que sería genial que viviéramos juntos, no me molestaría vivir con ella en realidad seria lindo tener compañía.

Aw alguien le tiene miedo a la soledad

Claro que no le tengo miedo a la soledad conciencia idiota.

-Entonces Milli... ¿Qué dices?

Di un respiro al escuchar la voz de Mar al otro lado, casi me había olvidado de que tenía que responderle, bueno la voy hacer sufrir durante unos segundos, es lindo cuando se irrita

...

-¿Y hermanito?

...

¡POR DIOS MILLAN ALONZO BRUNET! Respóndeme ahora mismo si no quieres que publique en todos los sitios de internet lo que paso con Gina

Oh no, mi cara cambio al instante al escuchar el nombre de mi exnovia, odiaba que Mar supiera todo de mí, siempre encontraba algo con que amasarme pero bueno yo también así que no me puedo quejar

-Está bien –dije poniendo los ojos en blanco- mañana después de la sesión de fotos voy.

-¡Ay gracias te amo! –dije emocionada-

-Ay gracias te amo –repetí burlándola 

Il falso colore delle roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora