Faltaban solo cinco minutos para las 12pm, estaba nerviosa y ansiosa. Quería saber cuánto antes quien había dejado esa nota, muy en el fondo tenía una pequeña esperanza de que sea Jade, no sé porque, pero simplemente quería que fuera él. En la mañana, desayuné sola con Marco, tenía unas fachadas horrendas, sus ojeras parecían que no dormía hace semanas, me atreví a preguntar a que se debía todo eso, pero el solo respondió "Demasiado trabajo". A los que más solía ver trabajar eran a él, Donatella y Lizandro, casi no dormían por estar pegados a su computadora, se la pasaban leyendo y armando nuevos archivos.
Mire el reloj de pared en el centro de la cocina, dieron las doce en punto, ya era hora de salir y descubrir quien se encontraba en la entrada, seguí nerviosa pero tome una larga bocana de aire y acomodando mi falda negra salí. Al sentir el viento frio en mi rostro me arrepentí de haber escogido una falda para esta ocasión, pero por lo menos agradecía tener mi campera de cuero sintético. En la entrada de casa había una persona un poco más alta que yo, de espaldas con una chaqueta de jean que no pude reconocer muy bien
–Joder –dijo entre dientes– Estas guapísima –mencionó sonriendo
¿QUÉ?
¿Nadim?
Jamás pensé en que él me hubiera mandado esa carta
–Tú tampoco te quedas atrás –le di una palmada en el hombro, le devolví la sonrisa con más timidez, no quería que pensara que estaba desilusionada o algo por el estilo, en realidad un poco si lo estaba, pero Nadim me caía bien así que me alegraba que fuera él
–Pensé que no vendrías, gracias por hacerlo –me miró frotándose la nuca– Tenía miedo de que esperaras a alguien más y te desilusionaras al verme
Bueno, tan confundido no estaba
Mi limite a darle una sonrisa de boca cerrada – ¿A dónde iremos? –necesitaba cambiar de tema rápidamente, no quería que se sintiera mal
–Ya veras, elegí un lugar magnifico pero el viaje es un poco extenso, ¿no tienes problema con eso no? Si no te gusta viajar mucho, puedo cambiar el lugar si prefieres –dijo dubitativo, estaba nervioso, no paraba de jugar con sus manos, no sé qué le producía tantos nervios si siempre estábamos juntos en la casa, nos la pasamos haciendo bromas y molestando a los chicos, casi siempre se nos unía Oliver y Millán, éramos el equipo "scherzi"
–Me encantan los viajes largos viendo la carretera –y no mentía, realmente me fascinaban –vamos que tengo una playlist de Bowie estupenda –dije mientras abría el carro por el lado del copiloto, él me dio una sonrisa de lado al subirse
Estuvimos por un largo rato en la carretera, todo el camino nos la pasamos riendo y cantando a todo pulmón, hasta incluso me mostro algunas canciones que compuso, hubo una en particular que se llamaba "Se feliz", relataba la historia de cómo él le expresa a su próxima pareja de que si alguna vez acaba esa relación le deseaba un final feliz, esta canción me encanto porque hubiera sido lindo que me dediquen algo así
Nadim subió con el carro a lo más alto de la colina que había fuera de la ciudad. Al aparcar, me asome por mi ventana donde se podía apreciar lo hermosa que era la ciudad desde allí arriba. La figura de Nadim interrumpió la bella vista, extendiéndome su mano, la cual sujete y me guio hasta una de las tantas piedras que había allí, él volvió al carro por un bolso. De aquel bolso saco una manta, un cilindro con café y unas cookies de limón, mis preferidas
– ¿Te gusta?–estira su brazo, pasándome una taza de café, el cual acepte
–Me encanta, escogiste el lugar ideal –di un sorbo al café– AUCH –grité, la cara de Nadim cambio completamente– Verdaderamente quema

ESTÁS LEYENDO
Il falso colore delle rose
Teen FictionTodos idealizan a la vida como un color de rosas, pero ¿es realmente verdadero lo que sucede dentro de esa burbuja imaginaria?, por defecto no tengo una respuesta exacta para eso. Sin embargo, lo que si puedo afirmar es que a veces uno mismo elige a...