Jade Fischer
¿Qué hora es?
¿Cuánto nos queda?
¿Cuántos minutos nos restan?
¿Falta mucho?
¿Falta poco?
¿Cuánto falta?
Nos pasamos la vida así, mirando el tiempo. Constantemente mirando ver el cadáver de los minutos que pasan. De seguro, estarás mirando la hora en este preciso momento. Y ¿por qué? ¿Para ver que ese minuto ya se convirtió en pasado? ¿O por mera curiosidad? Muchas personas mirando correr el reloj esperando que avancen las horas, mientras que otras simplemente exigen que el día tenga una hora más. Yo soy una de las últimas, los minutos pasan y el tiempo se agota.
San Agustín una vez dijo...
"Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras". Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y percibo en ella. Lo presente de las cosas pasadas, es la actual memoria o recuerdo de ellas; lo presente de las cosas presentes, es la actual consideración de alguna cosa presente; y lo presente de las cosas futuras, es la actual expectación de ellas"
Así es como me gusta pensar el tiempo, en mi presente pasado hace casi dos años hice una promesa, que hasta el día de hoy, sigue vigente. Pero no hice solo una, también jure lealtad al FBI y a la CIA, por lo que estoy comprometido a rescatar y proteger a cualquier ser que se vea afectado por algún criminal.
Aquella promesa nos trae justo a este día, hoy estamos a exactamente dos semanas de que se cumplan dos meses del secuestro de Millan, y a la vez, nos encontramos en el mismo tiempo de que el plan se ejecute. Viene todo encaminado. No podemos permitirnos fallar.
La remodelación está casi por finalizar, esta misma semana se acabara esa maricada de diseños y decoración. Y llegara el día del combate. Un combate de esgrima, en el cual batallaran Margot y Alonzo. Ella deberá enfrentarse a lo que la estuve preparando todo este tiempo, desde aquel instante en el que Oliver me comento sobre ella. Recuerdo que la investigue y descubrí sus dones, pero necesitaba confirmarlo. Por eso mismo, nos encargamos todos de conocerla en profundidad. Ya de solo ver con la firmeza que sujetaba la espada, se podía sentir su seguridad, sabía perfectamente lo que hacía y eso me agradaba cada vez más.
Ay Dame Blanche... ojala algún día me comprendas y me perdones
La llegada de un mensaje me descolocó de mis pensamientos, era Hans. Por su sequedad y brevedad, me echaría bronca por algo, seguro. Con cuidado quite mi brazo capturado, Margot lo tenía sujetado con fuerza, como si nunca quisiera que me moviera de su lado y eso jamás sucedería al menos que ella así lo desee.
—Son las siete de la mañana, Hans ¿Qué quieres? –dije al llegar al apartamento
Lancé las llaves a la encimera y me recosté en el sillón
—¡Lo sabías y no me dijiste nada! ¡¿Desde cuándo te manejas solo?! –Gritó– Más bien, ¿desde cuando ambos se manejan solos? Porque estoy al tanto que Lizandro también lo sabía
Recién comienza el día y ya me echaron la bronca, ¡Bienvenidos a mi vida!
—Hans... tranquilízate, por favor –dije frotando mis ojos, aun me quedaban algunas lagañas
—¡Respóndeme, joder!
A la mierda con la paciencia. No sé porque siempre intento mantenerme sereno, si nunca funciona, es una pérdida de tiempo.
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Il falso colore delle rose
Novela JuvenilTodos idealizan a la vida como un color de rosas, pero ¿es realmente verdadero lo que sucede dentro de esa burbuja imaginaria?, por defecto no tengo una respuesta exacta para eso. Sin embargo, lo que si puedo afirmar es que a veces uno mismo elige a...