Capítulo XI

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––Sigo indignado contigo, no me gusto enterarme por Lizandro que te fuiste con ese gangster –dio un largo suspiro– ¿Por qué no me lo mencionaste? Digo, soy tu mejor amigo, mínimamente tendría que saber que vas a desaparecer todo un fin de semana

––No dramatices, Jade no quería que se enterara nadie –bueno, no me había dicho que no dijera nada específicamente, pero sabía cómo iba a reaccionar Millán, tal y como ahora– Deja de llamarlo así, es molesto

––Ah claro, ahora hay que ser cuidadosos como nos referimos al ragazzo, no vaya a ser cuestión de que él se enoje –últimamente, todo lo que salía de la voz de mi mejor amigo eran puras quejas y palabras desagradables hacia Jade– ¿Sabes qué? Iré a hablar con él, no te puede llevar a su antojo a cualquier sitio, no eres un paquete Margot, no mereces que te trate como tal

––Él no me llevo a ningún lado, yo quise ir. No tienes nada que hablar. Simplemente no te metas, no es tu asunto. Yo se cuidarme perfectamente sola, otra cosa, no le menciones a absolutamente nadie lo que paso el fin de semana –baje mi culo de la mesada, ya no quería seguir discutiendo

––Se ve que no sabes cuidarte sola, sino no habrías ido sola a un lugar desconocido –soltó con ironía

––Ya te lo he dicho Millan, no te involucres

––¿Qué no me involucre? ¡ERES MI MALDITA MEJOR AMIGA MARGOT! –Luego de su grito, dio una respiración profunda y continuo– Tu misma lo viste en el estado que llego aquel día, ¿realmente piensas que es tan idiota como para autolesionarse? –Sí, bueno no, aunque sí que era un poco idiota cuando lo conocí– No quiero discutir contigo Mar, pero se me hace imposible mirar hacia otro lado, cuando te dejas manipular por un imbécil que solo es lindo contigo cuando quiere algo de ti

Ouch, Millan tenía razón, ¿Cómo pude ser tan imbécil de no notar su nivel de manipulación?

Es de Virgo, ¿qué esperabas?

No todos son iguales, odio que generalicen

La mayoría si...

––No es tan así...–claramente no le daría la razón– Hace varias semanas que se comporta amablemente –y no mentía, Jade por alguna razón paso de ser un imbécil a ser un príncipe, o en realidad un intento de serlo– Está intentando ser mejor persona, podrías... no se... ¿tratarlo bien?

––Jamás tratare bien a una persona que manipula a alguien que amo a su antojo, ya sé que tú no lo ves, por esa sonrisa falsa que te vende, pero a mí no me compra con eso. Si realmente quieres que me mantenga al margen de la situación, lo hare. Pero cuando te lastime, cuando te haga daño, precisamente en el momento que abras los ojos y veas que lo que realmente sucede no es normal, ¿sabes que hare, no?

––Me dirás que soy una idiota por no creerte... –me voz tembló, pronto lloraría, no solía tener enfrentamiento fuertes con Millan y menos de este estilo, jamás me había alzado la voz y yo a él menos

––No, estaré ahí para sostenerte, porque soy lo suficientemente idiota para seguir sosteniendo tu mano, aunque me empujes, me grites o alejes, soy un maldito boomerang que siempre volverá a ti, se te va hacer difícil apartarme de tu vida, hermanita

––Eres mi maldito boomerang y yo el tuyo –me limpie rápidamente las lágrimas que recorrían mis mejillas, odiaba llorar en público– Te amo Milli... –acorte nuestra distancia y sostenido su húmedo rostro, solté– pero necesito que confíes en mí, yo me encargare de averiguar que sucede y veras que no es nada raro o turbio cómo crees

––Si es lo que quieres... está bien, pero cuídate cualquier cosa que pase, me llamas enseguida–acercándose al marco de la puerta, volteo hacia mí– Por cierto, no podré ir a buscarte hoy... emm he quedado con Tatiana... –wow, ¿con Tatiana? Eso sí que era nuevo– quiere que vayamos a tomar un café o algo así... aunque si no quieres volver sola, le podría decir que llegare más tarde o que mejor lo dejamos para otro día –comenzó a frotar su cuello con nerviosismo, sigo sin comprender que después de tantos años de amistad, siga teniendo miedo de decirme que sale con alguien, ni que fuera a reaccionar mal o tal vez si... pero no con Tatiana, esa ragazza me agrada

Il falso colore delle roseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora