Triángulo || STRAY KIDS

Capítulo 43

No tuvo ánimos de ir al colegio, de hecho ya lo planeaba asistir, su asistencia había sido casi perfecta durante el año lectivo y esto le daba el pie para ausentarse definitivamente el último tiempo. Además siempre supo tener un buen promedio, nunca descuidó sus responsabilidades escolares por el trabajo ni por otra actividad y eso también le permitió tener esas libertades.

Tampoco estuvo al corriente de los sucesos que narraban en Twitter, directamente desinstaló la aplicación para no caer en la tentación y cerró sesión en todas las demás redes sociales para no leer nada que lo relacionara con Jisung o con Minho.

Recientemente había renunciado a su trabajo en la zapatería. Explicó claramente los motivos, por supuesto, y se despidió de todos con una sonrisa. Afortunadamente por su larga trayectoria en el sitio los dueños decidieron otorgarle su indemnización y lo felicitaron en enormidad por su futura gran hazaña.

Fue debido a todo ello que no tenía responsabilidad alguna, ni interés en nada más que dormir.

Permaneció tendido en su cama contemplando el techo, esperando que las horas pasaran y que las manecillas del reloj dieran la hora para alistarse e ir a su última entrevista antes de su intercambio a Australia, para la cual estaba hecho un manojo de nervios. Gratamente el tiempo estuvo de su lado y la espera fue leve. Fue así que se duchó rápidamente y se vistió entre medio formal y medio casual, lo cual le resultó difícil ya que no quería hostentar un buen nivel de vida ni tampoco parecer un mendigo. Esperaba que sus jeans negros y camisa lisa fueran suficientes.

Por Minho y su fascinante de idea de solucionar sus conflictos con los puños su rostro era un verdadero desastre, no tanto como el pelinegro en realidad, pero de igual modo su piel estaba magullada. Había empezado a sanar puesto que utilizó los productos de farmacia que Jisung compró para su botiquín aquella vez en el árcade y terminó por tapar los golpes más notorios con una base un poco más clara que su color que Sun Hee se había olvidado en su departamento.

Finalizadas las preparaciones previas, tomó la documentación que solicitó en el escuela, llevándola en un sobre color café y salió del departamento cerrando la puerta con llave, intentando no sentir una triste nostalgia cuando vio que en el manojo de llaves relucía Mugiwara no Luffy, el llavero que Jisung le había regalado mucho pero mucho tiempo atrás; pero aquello fue imposible y con el corazón acongojado se encaminó al sitio de encuentro que le habían determinado. Ya conocía el lugar, pues había ido con anterioridad para presentar los papeles de su inscripción y también para su primer entrevista, pero aún seguía inhibiéndole su imponencia. Se trababa de un gran y pulcro edificio, era una de las tantas sedes de una prestigiosa institución de varios idiomas como el inglés, el chino, alemán, italiano, español, entre otros; a su vez el ente contaba con un aclamado programa de intercambio a distintos lugares del mundo.

Cruzó la puerta vidriada y se acercó a la recepción, donde una mujer lo atendió con mucha simpatía y le indicó amablemente el piso al cual debía ir. Tras llegar allí caminó hasta los bancos de espera donde había otras cuentas personas que también aguardaban a ser llamados. Sentía como sus orejas ardían y su corazón bombeaba fuertemente; no era su primera entrevista pero al ser la definitiva estaba que se lo comían los nervios.

– Christopher Bang. – fue llamado luego de diez minutos de espera. – Pase por aquí por favor.

Siguió la espalda de la empleada hasta un recinto, tres adultos que no había visto antes estaban sentados detrás de una amplia mesa de escritorio, sus vistas fijas en un montón de papeles, entre ellas estaba la documentación de Chan, desde su solicitud hasta sus referencias académicas. Dieron el visto bueno a todas sus cosas, lo felicitaron por su desempeño estudiantil durante sus días escolares, corroboraron las firmas de sus tutores y pagos pertinentes, haciendo énfasis en el beneficio económico que decidieron otorgarle, repitieron nuevamente el objetivo de la institución y sus esperanzas de que esta oportunidad le abriera a Chan las puertas a un próspero futuro.