Félix se reía mucho, al punto que su estómago dolía. Era una extraña sensación que jamás había sentido y todo era a causa del exceso de alcohol en su organismo.
– Dime tu número, Félix. – pidió el peligris.
– ¿Eh?
– Que me des tu número. – demandó extendiendo su celular hasta las manos del borracho pecoso.
Con torpeza, Félix tomó aquel aparato y con lentitud de perezoso ingresó su número con cautela de no cometer ningún error al teclear número por número. Finalmente guardó su contacto como "Félix". Pero, inconforme con esa frialdad, se atrevió a agregar un corazón a su lado.
"Félix ♡"
Rió todavía más cuando vio su nombre entre los contactos de su amor secreto y le entregó de nuevo su móvil, cubriendo inmediatamente después su rostro con las manos, sintiéndose avergonzado. Quería evitar mirar a Changbin, pero le era imposible y reía como tonto cada vez que sus ojos se encontraban. Para dejar de reír volvió la vista a su propio celular, atento a la publicación del musculoso en la popular red social, pero de igual modo sus carcajadas no podían detenerse.
En algún momento su estrepitosa risa terminó volviéndose un incesable llanto. El rubio, desplomado sobre el suelo, comenzó a llorar amargamente viendo la foto de un Changbin con cuernos de demonio.
Y es que eso era lo que era, un demonio. Un demonio vil y cruel ¿Cómo Changbin pudo besar a Sook delante suyo? ¿Cómo pudo pisotear sus sentimientos de esa manera? Cuando eso pasó no pudo procesarlo por completo, su mente estaba en otro lado, pues estaba perdido en la lejanía de sus pensamientos. Ahora, que estaba tendido y relajado en el césped, y tal vez porque la sangre por sus venas corría mejor, el recuerdo le cayó como un balde de agua fría. La imagen de la bella peliazul prendida a los labios del musculoso lo carcomió por dentro y con virulencia empezó a secar los ríos que recorrían su piel con la manga de su camisa.
– ¿Por qué lloras? – preguntó el peligris mirándolo con incredulidad.
El rubio alzó la vista, encontrando al causante de su dolor mirándolo preocupado. Y era que el efecto alegre que le indujo el alcohol había terminado y ahora no era más que un borracho nostálgico.
– Es tú culpa... – susurró.
– ¿Mi culpa?
– Si. Tu culpa – manifestó levantándose del suelo y sentándose correctamente, sorbiendo sus mocos y refregándose los ojos para limpiar sus lágrimas.
Frente suyo tenía a Changbin y parecía un sueño. Un sueño del que no quería despertar. Sin embargo, las luces lo mareaban, los gritos de las personas y la música lo aturdían; más no quería que esa imagen mística se borrara de su retina.
– ¿Por qué mi culpa? ¿Es porque te hice beber tequila? – rió ante el comentario.
La forma en la que las comisuras de sus labios se levantaron atrapó la atención del rubio de tal forma que no pudo apartar la vista de ellos. Era su culpa. Claro que lo era, ya que era la causa de sus lágrimas. Lloraba por su amor no correspondido, porque le dolió verlo besar a otra persona, porque sintió su estómago revolotear de alegría por la invitación del mayor, pensando que estaba un más cerca de pretender su amor y lloraba porque el tequila le hizo darse cuenta de que al final de cuentas no significaba nada para Changbin.
Pero no quería que esos pensamientos lo aprisionaran y luchando contra el dolor que oprimía su corazón, hizo caso a la idea que su alcoholizado cerebro le dio y que quizás estando sobrio jamás habría tenido el valor de realizar. Abalanzó su cuerpo al frente y delicadamente alzó los brazos, envolviendo el cuello del grisáceo con ellos, quien no opuso resistencia a su sorpresivo avance y que sólo lo miró con expresión anonadada.
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Triángulo || STRAY KIDS
Fanfiction▷ Félix está enamorado de Changbin, Changbin está enamorado de Hyunjin y Hyunjin está enamorado de Félix ¿Hay alguna forma de salir de este triángulo amoroso? ◁ ▸ Hyunlix ◂ ▸ Changlix ◂ ▸ Changjin/ Hyunbin ◂ Pareja secundaria: ▸ minsung ◂ Mención de...