Capítulo 32

1.9K 220 215
                                    

Chan abrió los ojos y con las manos empezó a buscar los rastros de la persona que le hizo compañía durante la noche, sorprendiéndose al no hallar nadie a su lado y eso hizo aflorar un sentimiento de angustia y carencia en el medio de su pecho.

Aún adormilado tomó torpemente el celular, arrugando los ojos por la luz que emanaba de él y cuando se acostumbró verificó la hora. Pasaban de las diez de la mañana. Se despojó de las sábanas y se colocó la ropa interior que descansaba indecentemente sobre el suelo de la habitación para encaminarse a  buscar a Jisung, pero no tuvo caso.

En el baño no había nadie, en el living y cocina tampoco, sus cosas ya no estaban. Jisung se había ido.

No podía negar que ello le dolió, pero después de tocar el cielo con las manos era demasiado egoísta pedir que las cosas de ahora en adelante siguieran siendo como las de un cuento de hadas y fantasear con que Jisung permaneciera a su lado. Aún así se negó a abandonar la ilusión de vivir en el paraíso que sólo Jisung podía brindarle y se dispuso a mandarle un texto para preguntarle porque se había ido sin avisar, pero  antes de hacerlo encontró una nota al lado de unas hogazas de pan que no recordaba haber comprado y ya luego supo que Sung, su Sung, no lo había dejado simplemente.

Fui a la escuela. No quise levantarte porque lucías muy cansado, así que te dejé dormir. Compré pan. Cómelo.

Después hablaremos de lo pasó.

PD: Si vas a bañarte NO mojes las vendas.」

Chris sonrió ante el gesto y con una brillante sonrisa decordándole el rostro arrancó un pedazo de pan y se lo llevó a la boca. Y no sabía por qué pero su sabor sólo podría ser comparado a la ambrosía. El cielo lucía más luminoso que nunca y las enormes paredes de su enorme departamento jamás se habían sentido tan acogedoras; y todo era a causa a Jisung.

No lo había soñado. Efectivamente había pasado la noche junto a Jisung. Estaba tan eufórico que apenas sí había podido procesarlo. Sonreía estúpidamente como un puberto, pero no podía evitarlo, se sentía honestamente bien.

A la mierda con Sun Hee y con malditamente todos. Su experiencia con Jisung, la mezcla de emociones que sintió, la explosión de sentimientos que hubo, la sensación de haber hecho cosas nuevas, cosas que le gustaron y que le dieron placer, opacaron cualquier evento o acto que hubiera hecho con Sun Hee o con otra mujer en el pasado ¿Cómo algo así podía ser posible? ¿Cómo una sola persona podía poner su mundo de cabeza y hacerlo feliz de ese modo desconocido? Volvió a sonreír mientras masticaba el delicioso pan.

Recordó los eventos de la noche y su rostro se incendió al hacerlo. Recordaba la candencia de sus besos, recordaba sus manos recorriendo a Jisung y las manos de Jisung recorriéndolo, recordaba la calidez del interior de Jisung y recordaba su nivel de éxtasis cuando Jisung entró dentro de él.

Estaba seguro que luego de lo ocurrido la noche previa estaba obligado a actualizar sus datos en la encuesta que realizaba su madre respecto a cuál había sido su mejor experiencia sexual. De eso no cabía duda.

Se preparó un café y se dispuso a ponerse al día con sus redes sociales.
Revisó su celular y para su infortunio estaba lleno de mensajes y llamadas de Sun Hee, pero no tenía intención alguna de leer ni responder nada que proviniera de ella. Simplemente la bloqueó y eliminó toda evidencia de esa chica en su vida en todas sus redes sociales. Eliminó fotos, cambió nombres y estados, actualizó su bibliografía y perfil. Igual trato tuvo con Seonghwa, aunque él no fue tan hipócrita como para suplicar su perdón.

El que sí era hipócrita y de hecho un hipócrita de primera era Chan. Él despotricaba de su amigo y su exnovia por haberlo engañado, pero no se ponía a pensar que era de la misma calaña que ellos porque a fin de cuentas se metió con el novio de su amigo Minho sin tener una pizca de consideración por él.

Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora