Capítulo 2

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– ¡Felipe! ¡¿Qué haces aquí?! ¡Es raro verte fuera del gimnasio!

No era otro que Seo Changbin quién sorpresivamente le dirigía la palabra.

– ¡¿Estás solo?! ¡¿Quieres que te haga compañía?!

Félix no podía caer en la cuenta de que el carismático Seo Changbin, con su estrafalario nuevo color de cabello y una amplia sonrisa estuviera delante suyo. Ocultó su celular para que el peligris no notara que estaba stalkeandolo y aguantó la respiración cuando este extendió su brazo y dispuso su mano contra la pared, casi como si estuviera cortándole el paso. Como el peligris no era más alto que él, podían verse directamente a los ojos. Estaba nervioso por esa extraña cercanía.

– ¡En realidad me llamo Félix, no Felipe! – logró contestar el rubio, alzando la voz para poder ser oído debido al volumen de la música y tratando de evitar el contacto visual directo.

– ¡Ah, discúlpame, Félix! – se lamentó, dándose un golpe en la frente. – En todo caso ¿qué haces aquí? ¡Pareces aburrido!

– ¡No quería venir! Me arrastraron mis amigos, perdí una apuesta. – confesó.

– ¡¿Y dónde están?! – el de baja estatura comenzó a buscar a los alrededores con su vista. – ¡¿Te perdiste?!

– ¡Claro que no! Pero cada uno está haciendo de las suyas, creo. – convino, dando a entender que él también estaba en lo mismo, aunque no lo parecía.

– ¿Entonces qué haces aquí solo? ¡Ven conmigo afuera, te invito una cerveza! – le propuso. – Es aburrido estar así pegado al celular.

– Me gustaría, pero... – aunque quisiera no podía descuidar su labor, estaba haciendo de guardián en ese momento – ¡Estoy cuidando a mi primo Jeongin! ¡No puedo dejarlo!

Si bien Félix no era bebedor y no le interesaba la movida de ese ambiente, sabía que no se presentaría otra oportunidad de tomar unos tragos con Changbin, pero ello no era justificativo para dejar a su familiar y amigo a la deriva. Sabía que se lamentaría luego, pero tenía que reclinar la propuesta del amor de su vida.

– ¡Changbin! ¡Hey! ¡¿Cómo estás hermano?! – Jisung se acercó por detrás de la espalda de Changbin, quién volteó a saludarlo con un apretón de mano sin modificar su semblante calmado.

– ¡Hey! – exclamó –¡¿Qué onda Jisung?! – preguntó después de apartar su saludo y disponer su extremidad dentro del bolsillo de su pantalón. – ¡¿Todo bien?!

– ¡Todo bien! – afirmó el muchacho portando abiertamente una botella de cerveza en la mano izquierda. – ¡¿Qué tal ustedes?! ¡¿Qué hacían?! – preguntó.

– ¡Invité a Félix a tomar unas cervezas, pero me rechazó!

El rubio no podía creer la desenvoltura en la que esos dos conversaban, esa soltura era sobrenatural para él. Hablaban sin reparos, como si fueran socios, sin incomodidades ni formalidades. Félix admiraba esa fortaleza que tenía su amigo. Y aunque él se hiciera el distraído o se ocultara bajo la sombra de Minho, sabía perfectamente cómo encarar a las personas.

– ¡¿Te rechazó?! – preguntó pasmado. – ¿Eso es cierto, Félix?

– ¡No! – declaró abiertamente el inocente, algo ruborizado. – Bueno, sí. ¡Es que Jeongin está allí! – señaló el sillón en el que el pequeño estaba. – ¡Estoy cuidándolo!

Jisung entendió rápidamente lo que debía hacer. Si bien había podido hablar tranquilo con Changbin por dentro estaba en cortocircuito, después de todo él seguía siendo el ex de su novio, le resultaba desagradable tener que actuar como si no lo fuera. Pero a pesar de ello Félix era su amigo y estaba interesado en Seo, por lo que ayudaría en lo que pudiera.

Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora