Capítulo 39

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Algo que Jisung creyó que nunca haría terminó sucediendo. Después de echar a Chan de su casa y esperando también hacerlo de su vida, acudió a pedir consejo con la única persona que sabía que no lo juzgaría. Su hermano.

Félix y su idealismo por el romance acabarían acribillándolo con miles de preguntas sobre porqué engañaría a su novio si se suponía que lo amaba, Jeongin con su inocencia terminaría amparándolo y justificando sus acciones, cosa que no quería, y Hyunjin, con lo torpe que era para el amor, no podría ayudarlo a reordenar sus pensamientos. Él único que le daría una respuesta objetiva sería el ser que el mundo le había asignado como hermano mayor.

Con los ojos rojos de tanto llorar tocó la puerta de la habitación de su hyung y este le gritó de lo forma más amable que pudo que pasara. Al entrar divisó al universitario tendido boca arriba en la cama y jugaba en su celular a quién sabe qué con mucha dedicación.

– ¿Qué quieres fenómeno? – dijo a regañadientes. – ¿No ves que estoy ocupado?

– Necesito un consejo... – pronunció casi en un susurro.

– ¿Ha? – soltó sin apartar la vista del aparato. – Estoy a nada de pasar de liga ¿Por qué no llamas a Félix y le-

En ese momento Jihyung volteó la cabeza hacia su dongsaeng, sorprendiéndose de verlo en esa horroroza condición. Parecía un muñeco de trapo maltratado por el paso de los años, sus hombros estaban caídos y su rostro era de espanto.

– ¿Qué te pasó? – le preguntó bloqueando la pantalla de su móvil y sentándose en un rápido movimiento. – ¿Dónde está Chris?

Aquella fue la señal que impulsó a Jisung a ir corriendo hasta él y prenderse a su cuerpo en un abrazo. Normalmente no habría hecho eso dado que ellos eran bastante reacios entre sí, quizás de pequeños fueron más cariñosos pero ahora que estaban entrando en la fase adulta supieron marcar bien lo límites al respecto, aún así Jisung necesitaba contención y no le importaba que fuera él quien se la diera.

Jihyung, que no estaba acostumbrado a esas acciones, simplemente permaneció quieto, dejando que su dongsaeng descargara su tristeza contra su pobre sudadera, empapándola con sus incesantes lágrimas hasta que finalmente se cansó.

– ¿Puedes al menos decirme qué mierda pasó?

Después de limpiar su rostro con el puño de su camiseta se apartó de su hyung, tomando asiento a su lado para explicarle la desafortunada situación en la que se encontraba.

Le relató de su novio, de las inseguridades que sentía respecto a Changbin, de las comparaciones, de las veces que él le dijo lo mucho que lo amaba y como últimamente comenzaba a pensar que le había mentido cada vez que se lo decía. Y, esperando no ser sermoneado por su mala conducta, le habló de Christopher Bang y de como estar con él le brindaba seguridad, pero que recién acababa de echarlo de la casa por sus sentimientos de culpabilidad. A su vez le contó de la desafortunada noticia acerca de que se iría cuatro años a estudiar en el extranjero.

Expresó también sus sentimientos de odio a sí mismo. Dejó bien en claro cuanto se rechazaba y no sólo por no ser equiparable a Changbin o por su insuficiencia en general, sino que también por contentarse por recibir atención amorosa de dos personas cuando, según él, no la merecía. Es que él no era nadie especial, no tenía nada que ofrecer y ahora trataba de debatirse entre dos hombres como en los dramas de romance que siempre recaían en el mismo triángulo amoroso de siempre y no sabía qué hacer.

Necesitaba tomar una decisión con urgencia y ninguna ante sus ojos parecía ser la mejor.

El hyung terminó con el lamentable relato de su hermano con un largo suspiro.

Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora