Estaba muy emocionado. Era su primer día de clases y solo deseaba que su madre caminara más rápido ya que quería llegar a la escuela de una vez. La mujer intentaba convencerlo de que era temprano todavía y que llegarían bien de tiempo, incluso antes del horario de entrada, pero él no podía calmarse. Daba saltitos en el camino, sosteniendo las correas de su nueva mochila de los Powers Rangers, manifestando toda su euforia, mientras su madre solo reía al verlo tan hiperactivo.
Sus pequeños ojos pronto visualizaron una enorme edificación de color macizo, de la que colgaban carteles y flores coloridas que le daban la bienvenida. No sabía leer, pero estaba convencido que se trataba de un mensaje que le decía que se apresurara.
Se detuvo en la entrada y quedó maravillado de lo enorme que era todo, de lo brillante y lindo que se veía. Pensó que su padre solo quiso asustarlo cuando le dijo que a partir de ahora empezaría su sufrimiento y que se habían "acabado los juegos de niños" <<¡Claro que no!>> Estaba seguro de que la escuela le gustaría, sacaría buenas calificaciones y haría muchísimos amiguitos. Ya quería entrar y que su nueva aventura diera comienzo.
Volteó con una gran sonrisa hacia la figura de su madre para despedirse y dar el primer paso hacia su vida estudiantil. La adulta se puso de cuclillas delante suyo y llenó el rostro de su pequeño con muchos besos, orgullosa, deseándole toda la suerte del mundo en su travesía.
Mientras reía por el contacto de aquellos labios sobre su piel que le producían cosquillas, oyó un pequeño llanto infantil y no pudo evitar dirigir su atención al lugar de dónde provenían esas lágrimas. A su derecha observó a un pequeño niño, tal vez de su estatura y edad, aferrado cual koala al torso de su madre. La señora intentaba convencerlo y darle fuerzas para enfrentar ese nuevo desafío, pero el chiquitín no hacía más que negarse y humedecer la ropa de su madre.
– ¿Qué sucede amor? – indagó la madre observando a su pequeño tener la vista perdida, lejos de la escuela que antes era lo único que podía ver. Notó como su hijo miraba con ojos tristes y preocupados a un niño hecho un mar de las lágrimas. – ¿Te preocupa ese niño?
Hyunjin asintió en silencio. – No me gusta que llore. – confesó abrazando su brazo. – ¿Qué puedo hacer para que deje de llorar?
– ¿Quieres que vayamos a hablarle? Quizás eso ayude.
– Pero-
– ¿Tienes miedo?
– Claro que no.
– Entonces vamos. – la adulta se puso de pie y tomó la mano del pequeño pelinegro, quien se quedó inmóvil en su lugar. – Era sólo una idea, no tienes que hacerlo si no quieres. – dijo con voz suave.
– Quiero ir pero... ¿si ese niño no quiere hablar conmigo? ¿Si no quiere ser mi amigo?
– Estoy segura de que si querrá. Tan solo tenemos que intentarlo ¿no?
Le sonrió y su hijo respondió con otra sonrisa. Enseguida emprendieron camino para intervenir en la escena.
– Hola pequeñito. – habló la mujer, acercándose con voz amable, siendo seguida por un ansioso Hyunjin. – Mira, él es mi hijo. – comentó llevando el cuerpo de su retoño hasta el frente. – Se llama Hyunjin ¿Cómo es tú nombre?
Como respuesta a sus palabras el niño escondió su rostro en el cuello de su madre.
– Se llama Félix. – comentó la señora hablando por él. Él chico se sentía avergonzado por estar rodeado de personas desconocidas. – Vamos amor, saluda a Hyunjin. Dile "hola Hyunjin"
No hubo respuesta.
– Lo siento. Se ha comportado así desde que nos mudamos. – explicó, acariciando la espalda del llorón. – Todo esto es nuevo para él.
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Triángulo || STRAY KIDS
Fanfiction▷ Félix está enamorado de Changbin, Changbin está enamorado de Hyunjin y Hyunjin está enamorado de Félix ¿Hay alguna forma de salir de este triángulo amoroso? ◁ ▸ Hyunlix ◂ ▸ Changlix ◂ ▸ Changjin/ Hyunbin ◂ Pareja secundaria: ▸ minsung ◂ Mención de...