Capítulo 26

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Necesitaba despejarse, desconectar la mente de la tecnología y de su vulgaridad repleta de comentarios negativos y erróneos; por lo que decidió ir con él luego de haberse sentido "repudiada" por su novio, el cual prefirió defender a quien mancilló su reputación en lugar de poner la manos en el asunto y aclarar todo.

Recogió su ropa del suelo y comenzó a vestirse tranquilamente, en tanto el joven que le hizo compañía ingresaba al baño a darse una ducha y quitarse el olor a transpiración y sexo que tenía impregnado por todo el cuerpo. Ella también hubiera querido asearse, pero esperaría llegar a su hogar para desprenderse de esa fragancia tan distinta a la de su novio que conseguía embriagarla con sólo un olfateo. Olía a peligro, rebeldía y cuero y le encantaba.

Ella era una mujer que al igual que cualquier otra tenía necesidades y sí su novio no las resolvía simplemente acudiría a otro que sí pudiera.

Arregló su maquillaje delante del espejo y recogió su cabello, intentado ocultar a cualquiera que la mirase por la calle cuan agotada se sentía después de aquel encuentro. Satisfecha con el resultado, se encaminó a la puerta lista para irse.

No se despediría, ellos no hacían eso. Su "relación" no era más que sexual y ambos lo aceptaban. Ninguno se haría ideas equivocadas y eso estaba bien, ya que ella en realidad amaba a su novio con toda su alma y un revolcón o dos o los que fueren con otro hombre no cambiaba eso, había perdido la cuenta y no estaba muy interesada de mantener un listado de ello.

Cruzó el umbral y encontró detrás de ella a su familiar, a la estrellita, a la que le gustaba llamar la atención y que clamaba a gritos por ella al llevar encima aquel ridículo y despampanante color azul en el cabello.

<<El azul era para la ropa, no para el pelo. >> pensó.

Le sonrió con malicia y se dispuso a ignorarla, ella sabía que estaba haciendo allí pero no tenía sentido molestarse en ocultarlo, después de todo ambas eran iguales.

Sook no tenía el derecho a reclamarle nada cuando ella en cada oportunidad que se le presentaba aprovechaba para tirarse a otro hombre a espaldas de su (ahora ex) novio universitario y eso sin contar a Changbin. Pero claro que ella era distinta a Sook, pues a diferencia suya sí amaba a su novio y lo que hacía no significaba nada.

Mientras se alejaba sintió su mirada de desprecio y recelo clavada en su espalda, pero poco le importaba dado que ella no era la pecadora. Ella mantenía un vínculo meramente político con el muchacho y no porque el padre de ese chico estuviera casado con su tía implicaba que ellos tuvieran lazos familiares.

Si había alguien a quien debían arrojarle piedras esa era a Sook, no a ella; ya que no era ella la que tenía sentimientos amorosos por su hermanastro y pasaba de cama en cama intentando borrar dichos sentimientos. Así que viéndolo de ese modo ¿quién pecaba allí?

Meneando sus caderas se alejó del departamento con un rostro lleno de satisfacción. Ahora que sus necesidades estaban resueltas, se sentía renovada y ya no le importaba que se dijera de ella en Twitter.

Chan estaba trabajando hasta la muerte en esa maldita cafetería y por mucho que lo amara, amaba más a su tiempo y no lo desperdiciaría viendo su vida correr esperándolo. Tomó un taxi y se fue para su casa.

 Tomó un taxi y se fue para su casa

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Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora