Capítulo 47

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– ¡¿Tienes idea de lo doloroso que es guardarse las cosas para uno mismo?! ¡¿El no poder decir lo que sientes o piensas por temor a lo que podría llegar a ocurrir?! ¡¿O lo horrible que es llegar a tu cuarto y lamentarte por no haber hecho lo que tu corazón te decía que hicieras?! ¡Y que la historia se repita día tras día! ¡¿Y tú realmente quieres quedarte llorando en los pasillos y no hacer nada más?! ¡¿En serio?!

Esas palabras que Hyunjin le dijo a Jisung rondaban en su cabeza una y otra vez, puesto que en ellas había descrito a la perfección su situación. Cada día, desde el primer día que cayó en la cuenta de que Félix le gustaba en demasía había sido así, se guardó todo para sí por culpa de los temores que nublaban sus sentidos como sí fueran demonios cuyo único propósito era atormentarlo hasta la muerte. Siempre escondió lo que sentía de todo y de todos, convenciéndose de que estaba tomando la decisión correcta al priorizar la amistad ante todo, más cuando caía la noche otros demonios hacían su aparición, remplazando a los anteriores, y con mucha crueldad le clavaban estacas en el medio del pecho recriminándole vez tras vez su rotunda cobardía.

Hyunjin sentía que estaba parado en un limbo, en una cuerda floja, entre el fuego y hielo; pues dejar al descubierto sus sentimientos era a todo o nada.

Podía atreverse a decirle a Félix cuan enamorado estaba de él: de las hermosas pecas de su rostro a las cuales les gustaba mucho unir con líneas mentales y formar constelaciones, de sus expresiones espontáneas y graciosas, de su agradable y acogedora personalidad, de su admirable cara de concentración en las clases de filosofía o de sus vívidas reacciones a escenas románticas de algún drama; como también estaba enamorado de sus cartas, de su sonrisa luminosa, de sus cálidos abrazos y de cualquier minúscula célula que conformara parte su cuerpo. Así de fuertes eran sus sentimientos por él que cada día se hacía más difícil la tarea de mantenerlos en el anonimato.

Eventualmente se dejaba llevar por las fantasías que aparecían en su mente. Unas fantasías que lo hacían soñar con el momento en el que se confesaba al pecoso y este lo aceptaba sin dudar, entonces lo besaría un millón de veces para compensar todas las ocasiones que sus palabras de amor no salieron de su boca. Las fantasías le mostraban como sería su día a día junto al rubio, se volverían novios y Hyunjin tendría la galería de su celular explotada de fotos de Félix para conmemorar su amor, también aprendería con él a hacer galletas o jugos raros con leche y Sprite, lo escucharía por horas hablar de filosofía aunque no le importara en lo absoluto, podría llamar suegros a sus padres como siempre quiso y ya mucho más adelante podrían irse a vivir juntos, después se casarían y tendrían un perro; y quien no dice de adoptar a un niño o a una niña o ambos a la vez. Verdaderamente era un sueño.

Más la emoción y la alegría se esfumaban al igual que el vapor en el aire cuando por una pequeñísima ventana de su cabeza ingresaba disparada como una flecha la idea de recibir un NO como respuesta. Temía profundamente escuchar ese no que le destrozaría el alma y todas sus ilusiones en miles de fragmentos. Temía que ese no fuera la primera de muchas fichas que caerían a continuación, conformando una hilera que paulatinamente acabaría creando un ambiente tenso entre ambos y los demás chicos, arruinando la sinergia del cuarteto y posteriormente su amistad... y no quería eso.

Por eso las palabras que le dijo a Jisung ahora resultaban tan crueles y dolorosas para él, pues dijo todo eso para animarlo a dejar de esconder sus sentimientos cuando irónicamente él aún batallaba contra ellos sin hallar una solución aparentemente. A diferencia de Jisung, quien sí fue capaz de dejar de llorar en los pasillos y hacer caso a lo que le gritaba su corazón, Hyunjin todavía permanecía inmóvil con los te amo atorados en el medio en el medio de la garganta. O, como bien diría Félix, permanecía encerrado en una caverna de la que esperaba pronto poder salir

Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora