Triángulo || STRAY KIDS

Capitulo 19

– Oye Seungmin ¿Tienes que hacer algo en la tarde?

El castaño lo miró con ojos curiosos. – Absolutamente nada ¿por qué?

– Tengo que ir a comprar algunas cosas para la fiesta de Innie. – explicó encogiendo los hombros. – Si no estás ocupado ¿quieres venir conmigo?

Seungmin no tuvo que meditarlo demasiado, a este paso terminaría viendo vídeos de recetas toda la tarde y si podía usar su tiempo de ocio en algo más productivo no veía por qué no acceder.

– No tengo problema ¿pero qué pasa con Jisung? ¿No es mejor que vayas con él? – curioseó.

– Hannie irá al hospital a ver a Innie y no tendrá tiempo para acompañarme.

No faltaba mucho para el viernes y era necesario adelantar las cosas para no andar a las corridas a último momento buscando los adornos. Además los dos no podían ir a visitarlo pues a fin de cuentas no les alcanzaría el tiempo para comprar y si los dos decidían ausentarse en sus visitas Jeongin se enojaría muchísimo con los dos; por lo que decidieron dividirse las tareas: Jisung iría al hospital y él realizaría las compras. Trabajo en equipo, simple y sencillo.

– Entonces te acompaño. Aunque no creo ser de mucha ayuda...

Posteriormente intercambiaron sus contactos, burlándose mutuamente por los fondos de pantalla que tenían hasta que el tintinar de las campanas les indicó que era hora de volver con el resto de los alumnos. Se sacudieron el polvo de ese cuestionable cerámico de baño escolar y sin apuro se reecontraron con Jisung y Minho para continuar con su jornada.

A la salida cada uno de los chicos partió para su casa, comprometiéndose a encontrarse en el centro en unas horas. Seungmin llegó sin prisa a su morada, suspirando de desgano al cruzar el umbral, encontrándose nuevamente con las luces apagadas, nuevamente con el silencio y para variar percatándose de que nuevamente estaba solo. Sus padres trabajan de sol a sol en un hospital y una clínica respectivamente, su madre era una renombrada cirujana y su padre un servicial enfermero y por tal estaban todo el día fuera, dejando a su único hijo con su soledad.

Un tiempo atrás solía gustarle esa soledad, en especial cuando Hyunjin lo contactaba para intimar y tenía sus tardes ocupadas con actos sexuales que lo ayudaban a olvidar cuán solitaria estaba su alma, aún cuando aquellas manos que lo tocaban no lo correspondieran y solo buscaran consuelo con sus caricias. Más ahora que comprendía que no volvería a recibir un mensaje o una llamada del pelinegro para acordar un encuentro se sentía más desolado que antes.

Se dio una rápida ducha y cual impaciente se vistió para su encuentro con Félix, pero como aún faltaba tiempo para la hora acordada se dejó caer sobre su colchón y se adentró en la lectura de Twitter, pues le encantaba estar al tanto de los chusmeríos que circulaban en el colegio; pero había un punto en que los tweets con las opiniones de la gente estaban por demás fuera de lugar.