Capitulo 45

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Las lágrimas brotaban sin control, empapando con ellas la pantalla del celular que consiguió aniquilar su alma con solo ocho palabras. Ocho palabras que le cayeron encima como agua helada.

"Hoy se va a Australia, no lo sabías?"

Chan.

Su Chan.

Su amadísimo Chan se iba a otro país, a otro continente ese mismo día y recién acababa de enterarse de ese hecho. Estaba tan sorprendido y dolido que llorar era todo lo que podía hacer.

Agrietó su celular al dejarlo caer al suelo cuando se cubrió el rostro con ambas manos, pero nada le importaba.

Otra vez, otra maldita vez, solo podía llorar.

En todo este tiempo no había cambiado en absolutamente nada.

Seguía siendo el mismo que se quedó completamente paralizado al encontrar a su amigo tendido en el suelo bajo un charco carmesí y que se quedó contenplándolo con lágrimas en sus ojos. El mismo que se quedó inmóvil cuando vio a la madre de su amigo llorar encima de su cuerpo, gritándole a todo pulmón que llamara a una ambulancia. El mismo que durante el camino al hospital tuvo que ser consolado por la familia Yang cuando debió ser al revés.

También seguía siendo el mismo que se encogía de hombros y lloraba en silencio cada vez que la madre de Minho lo trataba como basura. El mismo que observaba como su novio miraba a alguien más y fingía que no se daba cuenta, para luego irse a dormir llorando. El mismo que sabía que su noviazgo no podía continuar por más tiempo porque había desarrollado sentimientos por otra persona, pero que calló al tomar pésimas decisiones y decidió ocultar la verdad hasta que ésta salió a la luz.

Y el mismo que ahora lloraba en el medio de los pasillos a la vista de todos porque Chan, su Chan, el Chan al que alejó con sus propias manos, estaba yéndose a otro país para cumplir su sueño sin siquiera avisar o despedirse... Pero era algo obvio ¿No? Jisung seguía siendo el mismo del pasado y era claro que Chris no quería quedarse estancado como él, quien solo podía llorar y lamentarse.

En lo que la ardilla lloraba, Jeongin rápidamente se prendió a él en un abrazo para contenerlo, en tanto Hyunjin recogió su dañado móvil del suelo y le echó un rápido vistazo al mensaje en pantalla que lo puso en corriente de todo lo que ocurría. Ahora comprendía el motivo de las lágrimas de su amigo y se pecho se estrujó al empatizar con su tristeza.

– ¿Qué fue lo que sucedió? – le preguntó Félix a Hyunjin con preocupados ojitos de pollito y como respuesta obtuvo el aparato en mano para que supiera por cuenta propia de tan triste desgracia. – ¿C-cómo qué se va hoy? – tartamudeó. – ¿Hannie no había dicho que se iba a fin de año? ¿Por qué se va ahora?

Hyunjin no supo que contestarle, él tampoco entendía nada de lo que estaba sucediendo. El año lectivo todavía no había terminado y Chan ni siquiera se había graduado ¿Y que pasaba con los exámenes finales? ¿Y la asistencia? ¿Cómo se iría a Australia así sin más?

Aunque Hyunjin no entendiera muchas cosas, había una que sí: Jisung no podía quedarse llorando ahí.

Sin demorar un segundo más se puso de cuclillas y con cierta rudeza tomó al de grandes mejillas por el brazo, haciendo fuerza para levantarlo del suelo. – Vamos, levántate. – imperó con tono autoritario, pero el rubio no cooperaba. – ¿Qué esperas? ¡Arriba!

– Déjalo Hyunjinie. – pidió Jeongin. – ¿No lo ves como está?

– Más motivo para que se levante. – alegó tratando de despegar al chico que parecía peso muerto de la fría cerámica y Félix se sumó a él para ayudar. – Tiene que ir a despedirse de Chan hyung o lo lamentará después.

Triángulo || STRAY KIDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora