“Un muy feliz cumpleaños para Seth”
Seth:
—Feliz cumpleaños —la suavidad de su voz nunca dejará de maravillarme.
Le respondí con un beso largo. Me sentía raro, demasiado feliz para ser cierto, nunca había sido 100% feliz, y sentía que ahora lo estaba siendo, eso era raro. Era como en los libros que Ellie y Beth me obligaban a leer, todo se sentía demasiado bien. Y eso hacia que una parte de mi, muy en el fondo, esperara a que algo malo ocurriera, a qué saliera de ese sueño que estaba viviendo.
Me aterraba la idea.
Y aún más me aterraba que sentía algo más que un gusto ligero y unas ganas de simplemente follarla. Se estaba volviendo algo más.
Dejé esos pensamientos a un lado, para concentrarme en ver a la chica frente a mi. Era realmente hermosa. Su cabello estaba suelto, sus rizos dorados le enmarcaban el rostro, llevaba puesta una de mis camisas, sus pechos se marcaban bajo ella.
No estábamos muy lejos de casa, tan solo a un par de horas, a las afueras de un pequeño pueblo poco poblado. Su nombre era relacionada con el oro o algo por el estilo, era un lugar bastante tranquilo, tenía un clima frío y nublado, parecía que iba a llover e cualquier momento. Las vistas eran geniales, había muchas montañas, había oído decir a un empleado de la pequeña posada en las que nos alojamos que ahí antes habían estado minas de oro. A Gen le había gustado mucho, incluso me pidió ir a el pueblo por la tarde.
—¿Qué crees que esté pasando en casa? —preguntó, distraídamente.
Probablemente, Ellie ya lo habría notado, habría maldecido y juraría romperme la cara cunado me viera, pero no le diría a nuestros padres, tal vez andaría hecha una fiera todo el día, y trataría de averiguar dónde estoy. Mientras los demás tratan de llamarme y procuran no decir nada como para que mi hermana los golpee.
Y si habían intentado llamarme, pero a la primera llamada apagué mi teléfono y el de Gen.
—No lo sé —mentí. Me levanté de la cama, dirigiéndome al baño. —. Solo relájate.
Aún no había hecho lo que quiera, bueno, no todo. Así que no era momento de volver.
—¿Y si está pasando algo malo? ¿y si notaron que no estamos y Ellie no nos cubrió? ¿Y si…? —ella empezaba a volver a preocuparse, y tenía sus motivos. Pero no me interesa si algo salía mal, me daba igual, en tal caso, yo me encargaría de todo.
—No pasa nada, cuando volvamos todo va estar igual.
Eso era parte verdad, y parte mentira. Todo estaría bien con los adultos, ellos nunca sabrían. Pero nuestros amigos eran caso aparte.
Y no me importaba. Solo me importaba que Gen estuviera tranquila, y sí debía mentir para ello, lo haría.
°•°•°•°
“Con ganas de derramar sangre”
Ellie:
Silencio.
Silencio rotundo y sepulcral.
Nadie hablaba. Nadie se movía.
Incluso trataban de no respirar muy fuerte.
Caminé por la habitación, con pasos lentos, tratando de no matar a nadie. Llevabamos en esto desde que todos llegaron, de eso aproximadamente una hora.
—¿Y bien? —dije, esperando a que alguien respondiera la pregunta que había hecho antes.
Les había preguntado a toda esta bola de estúpidos si sabían donde estaba Seth. Nadie respondió.
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Los Desahuciados
RandomEn un grupo de amigos, siempre habrán los clásico: La chica escandalosa, dramática y sentimental, que todo la hace llorar, que es una soñadora y romántica empedernida. La que es amiga todos, la que tiene un carácter de los mil demonios, pero que ama...