“La vecina estaba buena”
Seth:
—Elle, ya cállate. —repetí cómo por sexta vez en la tarde. Claro que como en las anteriores ocasiones, ella me ignoró y siguió parloteando.
—No. Mira, yo digo que la mandemos a buscar con Candase, y así la conocemos—dijo haciendo gestos con las manos.
Estábamos a finales de Julio, era una cálida tarde sentados en el patio trasero, observando a nuestros hermanos jugar con la vecina. Hacían unos pocos días que habíamos salido de vacaciones, y Ellie no se había despegado de mi ni un segundo, alegando que no quería pasar las vacaciones sola pues Ollivia, su mejor amiga, se había mudado de ciudad y Samantha estaba de vista a sus abuelos. Así que, su única opción era yo, por desgracia.
Desde la escenita que me había montado Bethany no le hablaba ni a ella ni a Sam. La verdad era qué, había tratado de disculparme con Samy, pero no encontraba motivo alguno porque hacerlo, así que lo dejé así. Ellie me había golpeado con un perfume por eso.
—Ellie, no me interesa conocer a la vecina. Sí, está buena, ¿y qué? —me encogí de hombros, acomodándome las gafas de sol. El sol se estaba ocultando, pero las usaba por la maldita resaca que traía encima, la noche anterior había estado de fiesta.
Ella me hizo un gesto desdeñoso, y giro los ojos.
—¡Oye, Candy! —llamó a la niñita por el sobrenombre que le había puesto. La pequeña de ojos grandes y oscuros llegó a nosotros mirándonos con devoción, aunque más a mi que a mí hermana. —. La chica que vive en tu casa ¿quién es?
—¿Génesis? —preguntó. Elle asintió. —. ¿Quieres que la busque?
Mi loca hermanastra me dio una mirada de complicidad, yo solo negué con la cabeza y volví mi vista al cielo.
—Sí. —la niña salió corriendo en dirección a su casa, y unos cinco minutos después apareció la chica.
Diablos, estaba buenísima. Era más alta que Ellie, pero no que yo. Tenía una cintura diminuta y una caderas sensuales como sus curvas, tenía unas tetas de infarto. Su cabello dorado estaba suelto, la brisa lo vivía de una forma muy favorecedora para ella, la hacía parecer una diosa. Cuándo estuvo a unos pasos de nosotros alzó la mano y nos saludó. Pude notar un rubor en sus mejillas.
—¡Hola! ¿Qué tal estás? —Ellie la saludó con dulzura. —. Soy Ellie, un gusto.
—Igualmente. Mi nombre es Génesis, pero dime Gen—sonrió. Tenía labios carnosos y rojos, que labios tan lindos, seguro se verían mejor en mi…
—Este idiota de aquí es mi hermano; Seth—Ellie me codeó, esperando a que yo mismo me presentara. Pues se quedaría esperando. Le hice un gesto con la cabeza en forma de saludo a Gen.
Ellie entabló una conversación con la chica, aunque ella no fuera tan expresiva, de hecho era bastante tímida, respondía con monosílabos. No les estaba prestando atención, solo había escuchado que Gen venía de otro estado, y estaba quedándose en casa de su tía porque no sé quién estaba de viaje. Y que tenía la edad de mi hermana. En una que otra vez Ellie me forzaba a entrar en la conversación, pero yo solo decía una palabra.
—…en realidad mi nombre es Caroline, pero no me gusta, prefiero Gen—le estaba explicando a Ellie.
—Me gusta más Caroline—comenté, entrometiéndome en la conversación. Ambas me miraron, con un toque de asombro.
—Sí, está lindo—me apoyo Ellie.
—No me gusta—la chica me miro, tenía los ojos de un color dorado hermoso. Ella era hermosa.
—A mí sí—le respondí, bajando los lentes de sol un poco, dejando al descubierto mis ojos. —. Así que, de ahora en adelante, te llamaré así.
Un intenso rubor se esparció por sus mejillas, hasta llegar a sus orejas. Una sonrisa ladina se formó en mis labios. Me estaba gustando el efecto que causaba en ella, por eso decidí inmiscuirme en la conversación.
Hablamos una par de horas más, eran temas triviales, Ellie le habló de “su triste historia de amor” con Alec, y también le contó sobre este chico llamado Andy, al que conoció en un heladería, y eso me recordaba que tenía que investigar sobre el tipo ese.
—¿Qué tal si entramos? Ya anocheció y los niños se fueron hace rato—propuso mi hermana. Gen dudo, pero asintió con la cabeza.
Entramos a la casa, y Ellie se fue a la cocina a buscar algo para comer, dejándome con la chica. Ella se quedó mirando el lugar por donde Elle se había ido, yo la observaba a ella.
—¿Tiene novio?—pregunté, de repente. Gen se giró y me miró, la confusión se reflejaba en sus bonitos ojos.
—¿P-perdón?—titubeo.
—¿Tienes novio?—repetí, tirándome sobre un sillón. Ella me miró un instante, para luego negar con la cabeza.
—No, no tengo.
—Interesante—susurré.
Ella iba a decir algo, cuando Ellie apareció en la sala con una bolsa de Cheetos y una Coca-Cola.
—Bien, creo que deberíamos ir a mi habitación, para hablar más cómodos, ¿qué opinan?
—Claro—me levanté del sillón, y le quite la bolsa de Cheetos de las manos a mi hermana, y subí las escaleras en dirección a su cuarto.
—¡Seth, no te los comas todos!—gritó Elle desde el pie de las escaleras. Reí mientras me los comía.
Dejemos algo claro: Gen era mi potencial próximo polvo seguido.
###
Atte: Any Cape <3

ESTÁS LEYENDO
Los Desahuciados
AcakEn un grupo de amigos, siempre habrán los clásico: La chica escandalosa, dramática y sentimental, que todo la hace llorar, que es una soñadora y romántica empedernida. La que es amiga todos, la que tiene un carácter de los mil demonios, pero que ama...