“El día depúes de ese día”
Seth:
Al día siguiente…
Silencio.
Todo estaba en silencio.
El ambiente se sentía un poco tenso, incluso. Los presentes estaban callados, sin decir nada, y yo, pues yo estaba atravesando la resaca de mi vida. Sentía que en cualquier momento la cabeza me estallaría en mil pedazos, en parte agradecía el silencio de mis amigos, pero por otro lado, me estresaba. No recordaba nada de la noche anterior, lo último que sabía era que estaba dándome besos húmedos con mi chica y después de eso no había nada más. Nada.
No era de ese tipo de borracho, de ese al que se le olvida todo de la noche anterior, no. Nunca me había ocurrido, y ahora que lo experimentaba, se me hacía algo horrible. Intentaba recordar con todas mis putas fuerzas algo más, peor todo estaba en blanco.
Abrí los ojos, y observé a mis compañeros, masajeé mis sienes, implorando paciencia. Beth estaba sentada en un sofá, con las piernas cruzadas, esa pose la ponía cuando estaba por reprochar algo o alguien, aunque sus ojos estaban puestos en un adorno sobre la mesa, era la única que no tenía aspecto demacrado. A su lado estaba Alec, con su cabello despeinado y sin el antifaz de su disfraz, junto a él, una Ellie igual de despeinada y con el maquillaje corrido, ambos parecían incomodos de estar el uno junto al otro, me llamó la atención ese detalle, pero no dije nada. Ellos dos también veían el mismo adorno en la mesa que Beth.
En otro sofá estaba Sam, con los ojos rojos y una ojeras profundas, lucía terrible. Un semblante culpable la hacía ver peor, me pregunté que la haría sentirse así. Ella también miraba el adorno ese. Junto a ella estaban Dexter y Ollivia, sí, Ollivia la de Ellie, la mejor amiga que había venido exclusivamente a su cumpleaños, ellos no parecían estar pasando alguna borrachera, su aspecto de muertos era de lo más común, ambos lucían tranquilos, podría jurar que hasta disfrutaban de la tensión que habían en el ambiente.
Solté un suspiro cansado.
—Alguien me quiere explicar que mierda pasó anoche en vez de estar viendo el puto adorno ese—hablé molesto, todos parecían unos idiotas. Nadie dijo nada, pero las miradas fueron a mi. Chasqueé la lengua, disgustado. —. ¿Y bien?
Nada.
—Joder, ¿alguien puede tener la amabilidad de hablar? Quiero saber por qué mierda desperté en el balcón y mi novia no está por ninguna parte. También me gustaría saber que coño hacía Dexter durmiendo en la habitación de Ellie—señalé al de lentes, este alzó sus manos en un gesto de inocencia.
—¡Dormí en el piso!—aclaró, aún así, lo miré con los ojos entrecerrado.
De todas formas, no conseguí respuestas concretas. Quería saber porque Alec y Ellie ni siquiera podían alzar la cara. Quería saber qué coño sabía Beth que la había puesto tan seria. Quería saber por qué la cara de culpabilidad de Sam. Quería saber dónde estaba mi jodida novia.
Tenía muchas preguntas, pero muy pocas respuestas. Estaba al borde de perder la paciencia, y la resaca del demonio no ayudaba en nada.
—¿Alguien me dirá que pasó anoche? —pregunté de nuevo, y al igual que la primera vez, no recibí respuesta. Suspiré.

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Los Desahuciados
RandomEn un grupo de amigos, siempre habrán los clásico: La chica escandalosa, dramática y sentimental, que todo la hace llorar, que es una soñadora y romántica empedernida. La que es amiga todos, la que tiene un carácter de los mil demonios, pero que ama...