Los Desahuciados

Especial: Bethany

"Beth lo ve todo, y a le vez nada"

Bethany:

Salí de casa siguiendo a Daysi, ella iba muy alegre, con su cuaderno de dibujo en mano y su bolsa llena de colores y pinturas.

Era un día soleado, hoy era el cumpleaños de Ellie. Su fiesta era en la noche, mi disfraz ya estaba listo, colgado frente a mi closet, esperando a ser usado esta noche. Me entusiasmaba la idea de una fiesta de disfraces, además de que era la fiesta de la hermana de Seth, y Seth hacía grandes fiestas. Tenía altas expectativas para esta noche.

Daysi llegó primero que yo a donde estaban nuestros vecinos. Nos conocíamos desde niños, todos vivíamos en la misma calle, al crecer nos distanciamos un poco, pero en el último verano pase casi todos mis días por aquí, con ellos, así que se habían convertido en mis amigos.

El primero en saludar fue Gregory, un chico bajito y de pelo corto, le sonreí dulcemente. Hace un tiempo se me declaró, yo le rechacé, no me gustaba y además, en ese momento, aún no olvidaba a Seth.

Miré a los presentes; Dakota, la chica que consideraba mi mejor amiga, Adrián y Jamie, este último tenía mi atención. Hace unos días me di cuenta que me gustaba, quizá más de lo que creía. Jamie era tan lindo conmigo, se portaba tan dulce, que se me había hecho inevitable no fijarme en él, aunque en rompiera un código de amistad con Dakota.

A ella también le gustaba, creo. La vez que lo hablamos dijo que había sido hace mucho y que ya no importaba. Le creí. Aún así, nadie sabía de mis sentimientos por Jamie, solo otra ella y otra amiga, la cuál era aún más cerca a mi, ni siquiera le había dicho a Daysi, aunque algo me decía que ella lo sospechaba.

Apenas Dakota me vio llegar, se levantó del césped, y con una sonrisa se despidió de todos, yéndose en la dirección opuesta a la mía. Mi corazón se apretujo en mi pecho, últimamente ella ni siquiera me hablaba, todo el tiempo estaba evitándome, y cuando por fin me hablaba, parecía molesta. Yo no le había hecho absolutamente nada.

Solté un suspiro, tratando de pasar por alto su actitud evasiva. Alcé la mano y saludé a los chicos.

Mi tarde fue agradable, vi a Daysi dibujar un ave colorida, mientras Adrián daba sus mejores intentos para llamar la atención de mi hermana pequeña, sonreí al ver al pobre chico casi caerse al tropezar con una piedra. En cuanto a Jamie y Gregory, ellos estuvieron conversando conmigo hasta que se nos unieron más vecinos.

Volví a casa a las cinco, con toda la intención de alistarme para ir a la fiesta. Me demoré haciendo mi maquillaje, era algo sencillo, pero muy lindo. Coloqué mi vestido blanco y rosa, se ajustaba perfectamente a mi cuerpo diminuto, y al finalizar puse mis orejitas de conejito sobre mi cabeza.

Miré mi reflejo en el espejo, sonreí satisfecha con el resultado, el vestido rosa claro y blanco llegaba un poco por encima de la mitad de mis muslos, mía piernas se veían largas, aunque no usas tacones, sino una zapatillas deportivas, algo más cómodo. Me veía realmente bien, antes de salir de mi habitación tomé mi bolso con mi teléfono.

Bajé las escaleras de la casa, encontré a Daysi sentada en la sala, con su cuaderno de dibujo apoyado en sus piernas, en su moño habían como tres lápices. Sonreí.

Ellie también había invitado a mi hermana, pero ella decidió quedarse en casa. Al sentir mi presencia, alzó sus ojos de lo que estaba haciendo.

-Luces bien, hermana-me dio u a sonrisa aprobatoria.

-Lo sé-bromeé. Me despedí de ella cunado papá tocó el claxon fuera de la casa.

A las siete en punto estuve frente la puerta de los Valash Carter, la cuál estaba abierta, habían varios autos aparcados frente a la gran casa, dentro estaban varias personas, algunas que no llegué a reconocer, y a otras a las cuales sí. Me acerqué a ellas y empezamos a conversar animadamente. No vi por ninguna parte a Ellie, o a Seth.