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“Cara (culo) Bonita"

Seth:

Quería irme de allí.

En serio que lo quería, estaba más aburrido que una pura ostra en lo más profundo del mar. No entendía porque yo debía estar ahí, cuando Ellie, mi hermanastra, se había quedado en la casa de sus abuelos. Era injusto, si te lo ponías a pensar bien. Al menos mi papá y mis hermanitos andaban por ahí con mi madrastra, no estaba tan solo. En realidad sí, pero no quería pensar en ello, porque si no me enojaría y no tenía ganas de enojarme.

Sentado en una silla, esperando a que Beth, la que se llamaba así misma mi mejor amiga, me respondieras los mensajes que le envié hacía unos momentos. Lo peor era que tenían las dos palomitas grises, que indicaban que sí había recibido los mensajes. Tenía ganas de echar un polvo, y ella era mi primera opción, pero si no respondía…

—Seth, ven acá—la voz de mi padre me sacó de mis pensamientos. Alcé la mirada de mi teléfono hasta donde estaba él, parado con cuatro personas a unos metros de mí. Me levanté de mi asiento, y me acerqué.

Ahí con mi papá estaba una mujer relativamente joven y un hombre que parecía de la misma edad que mi padre, ambos se me hacían conocidos. Deslice mis ojos hacía las otras dos personas ahí, uno era un chico, cómo de mi edad o algo mayor, era unos centímetros más alto que yo, con el cabello hasta las orejas, me miró serio, pero sus ojos tenían un destello de reconocimiento. Creo que lo conocía de algún lugar, su rostro se me hacía familiar. A su lado había una chica, una chica preciosa, para ser exactos. Era bajita y menuda, tenía el pelo castaño suelto, adornando su rostro con mechones rebeldes, sus ojos verdes eran grandes y expresivos, sus labios rojos naturalmente, el superior tenía forma de corazón y el inferior era fino y provocativo. Recorrí su diminuto cuerpo sutilmente, no tenía tanto pecho como Parish, pero tenía un cintura marcada, y caderas voluminosas, podría apostar mi colección del juego de Resident Evil a que tenía un culo redondo y bonito.

Tuve que dejar de mirarla cuando mi papá me hablo.

—: ¿Te acuerdas de ellos?—cuestionó, señalando a la chica linda y al chico. Tenía una sonrisa en el rostro, era esa sonrisa que te dice que está contento por algo. Fruncí el seño y negué con la cabeza. Al chico sentía que lo conocía, pero a la preciosura no. —. Ellos eran tus amigos de niño, Seth. En especial Alec, hacían sus diabluras juntos.

Casi sonreí, el tal Alec también, pero no lo hicimos. En cambio, mi papá y el suyo sí, probablemente recordando esos momentos.

—¡Pero mira como has crecido! Ya estás hecho todo un hombre—la que supuse que era la madre del tal Alec y la chica linda. Le medio sonreí. No me gustaba sonreír todo el tiempo, era estúpido ir por la vida con cara de tarado sonriendo por cualquier tontería, eso se lo dejaba a Ellie.

—Pero si tus hijos también están enormes, la última vez que los vi eran unos niños—mi madrastra se apoyó en el hombre de mi papá, mi hermanita llegó corriendo hasta mi. A ella sí le sonreí. Los adultos entablaron una conversación de la que no me interesaba formar parte, seguía con ganas de irme y echar un polvo, pero también quería conocer a la chica linda.

Tenía dos opciones:
Número uno: Irme de aquí, secuestrando el auto de papá, e ir a buscar a Beth para follar como Dios manda.

Y opción número dos: quedarme e intentar entablar una conversación con los chicos estos. Tal vez y conseguía el nombre de ella.

Opté por la segunda opción. Miré al chico, parecía agradable. Tanto o más que yo (nótese el sarcasmo, por favor). Dudé si hablarle o no, pero ¿qué me quedaba? Lo que uno hacía por un culo bonito…digo, cara, una cara bonita.

Alec, se me hacía bastante familiar, estaba buscando en mi mente de dónde había visto su cara, y luego de hacer un escrutinio a mis recuerdos, lo encontré a él.

—¿Tu no eras ese chico con el que iba a una mini escuela?—le pregunté con una ceja alzada. Él me miró y asintió.

—Así es, Seth. Me acuerdo de ti de cuando éramos niños—se pasó una mano por su pelo.

—Oh, pues, yo no—me encogí de hombros. Su labio se curvo en una sonrisa.

—Soy Alec—se presentó. —. A ver si te acuerdas, ¿no?

—Hola, soy Samantha—la chica linda dijo con timidez. Aunque Bethany era tímida, pero como gemía cuando le…—. Soy su hermana.

—Ah, un gusto—me hice el desinteresado. Esa era mi táctica especial, y he de decir que siempre funcionaba. Regresé a mi asiento, dándome cuenta que tenía un mensaje de Beth.

16:31
Beth: Hey! Estoy en mi casa ¿Por?

Miré a Samantha—la culo bonito— y de ella al teléfono con el chat abierto de Bethany. Repetí el movimiento, en ese instante tomé una decisión.


16:33
Yo: Nada.

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Garcia1005 tu regalo de navidad es Seth, ten.
rayciris aunque sea tres líneas tienes.
Zusuuu ya sabes quién es el chico...

Atte: Any Cape

Los DesahuciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora