“Nunca se sabe dónde puedas hallar al amor de tu vida; si en un café...o un rezo”
Ellie:
Y ahí estaba yo, en modo acosadora experta. Mirando fijamente al futuro amor de mi vida, era tan lindo. ¡Diablos que lindo era!. Estaba tan comestible…
Okey, ya. Mucho Wattpad.
He de ubicarlos en el espacio y tiempo, en el momento justo ahora; ahí estaba yo, sentada alrededor de un montón de ancianos, con un vaso de chocolate caliente en la mano, y mis ojos fijos en el chico alto con cara de culo sexy.
Sí, tenía complejo de espía, y era una excelente espía, pues llevaban desde que había llegado, más o menos dos horas ya, observándolo desde mi lugar. Estaba en una fila de sillas justo frente a él, que era algo despistado cómo para no haberse dado cuenta de mis ojos fijos en cada uno de sus movimientos.
A mi lado pasó Seth, era como la quinta vez que lo hacía, y realmente me sentía tentada a ir hablar con él, pero no quería dejar de mirar a Camisita Roja—su nuevo seudónimo—. La verdad era que, solo quería ir hablar con mi hermanastro porque lo había visto hablando con la chica que, posiblemente, era familiar de mi futuro novio.
Me mordí el labio inferior, dudosa. Negué con la cabeza, mientras me levantaba de mi asiento y salía de la casa, hacia el estacionamiento, dónde estaban todos los chicos—excepto Camisita Roja—apoyados de los capós de los autos.
Dejé atrás el rezo/cumpleaños de mi prima y caminé firme hasta ellos. Seth era muy alto para tener su edad, era un año menor que yo, pero era guapo. Justo frente él, estaba la chica que buscaba. Se miraba fijamente, con unas sonrisas tímidas en sus labios, parecían novios por la forma en que se miraban. Fruncí el ceño. No sabía que él tuviera novia, aunque con él todo siempre era un misterio.
Seguí hasta llegar junto a ellos, y saludar con ánimo. Seth me sonrió, y la chica me miró con sus ojos verdes.
—¡Hola!—le saludé, enérgicamente. Cómo siempre era yo. —. ¿Ustedes son novios?
Y no podía faltar la imprudencia.
“La chica imprudente es agradable”
Samantha:
—¿Ustedes son novios?—preguntó la chica que creía conocida. La verdad era que es tenía cara de estar loca.
Fruncí el ceño, al igual que Seth.
Ni hacían ya los 20 minutos de haber entablado una conversación con él y ya nos estaban preguntando eso. ¿Cuál era el problema de las personas? ¿Es que acaso no tenían vida propia para tener que estarse metiendo en las de unos adolescentes? Apenas y me estaba acordando de él cuando éramos niños, por Dios.
—No—dijimos los dos al mismo tiempo.
—Oh, ya…¡Lo siento mucho! Es que yo pensé…qué.. pues ustedes dos…ahg, lo lamento—se disculpó, haciendo un extraño baile con la manos.
—¿Por qué siempre que hablo con un chica piensas que es mi novia?—Seth la seguí mirando con el ceño fruncido. Ellos parecían conocerte bastante bien.
—¿Qué?—dijo alargando la e de la palabra. —. Obvio no, Seth.
Arqueó una ceja hacia ella, pero la chica lo ignoró. Se giró y me vio con una sonrisa en sus labios.
—No sé por qué siento que te conozco de alguna parte…es que, la verdad, tengo un recuerdo de tu cara cuando éramos más niñas, no estoy muy segura—en ningún momento la sonrisa amable se quitó de su boca, hablaba con mucha naturalidad y confianza. Daba miedo. Aunque, yo también tenía un recuerdo de su cara, solo que era más redonda con mejillas regordetas. Ahora era alargada y más delgada. —. Soy Ellie, por cierto.
—A mi también se me haces familiar, solo que no recordaba tu nombre—le di una sonrisa de boca cerrada. Ella asintió con la cabeza. —. Me llamo Samantha.
—Creo que estábamos juntas en una especie de mini escuela…
—Espera, ¿Tu también estabas ahí?—Seth la interrumpió. Ellie asintió. —. Ah.
—Sí, creo que sí—me quité un mechón de la cara. Odiaba mi pelo.
—Se me hace raro no haberte visto hasta ahora—frunció el ceño.
—Oh, sí. Es que nos mudamos a Canadá hace un par de años, volvimos hace unos meses—la compresión lleno su rostro.
—Ah, ahora todo tiene sentido—hizo un gesto con sus manos, algo chistoso, la verdad. —. ¿Y tienes hermanos?
—Sí, tengo un hermano mayor. Debe estar adentro con mis padres—le expliqué. —. ¿Y tu?
—Síp, dos hermanos menores, un niño y una niña. Y si Seth cuenta, entonces también él—la miré confundida, no sabía que Seth tuviera hermanos.
—Somos hermanastros. Mi padre está casado con su madre, sus hermanos son mis hermanos—me explicó con simpleza. Seth era un chico alto, de ojos grises, que si los veías en la oscuridad parecían negros. No era ni muy delgado, ni muy corpulento, se notaba que llevaba una vida físicamente activa. Tenía el pelo corto, a diferencia del desgreñado de mi hermano, una nariz pequeña al igual que su boca.
—Eso, eso—asintió Ellie. —. Oigan, ya vuelvo, voy adentro a ver a Valerie.
—Valerie es nuestra hermana pequeña—explicó Seth al ver mi cara de confusión cuando Ellie desapareció por la puerta principal. —. Entonces, Sam...
Me dedicó una sonrisa que no puede descifrar.
—Entonces, Seth…—respondí no muy segura.
Él se río, y yo no entendí de qué.
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Quiero que conozcan a Sam, y la amén tanto como yo...
SisoyFiver gracias por mandar besos de dementores por mi, eres un sol.
rayciris Nena, paciencia.Atte: Any Cape
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Los Desahuciados
De TodoEn un grupo de amigos, siempre habrán los clásico: La chica escandalosa, dramática y sentimental, que todo la hace llorar, que es una soñadora y romántica empedernida. La que es amiga todos, la que tiene un carácter de los mil demonios, pero que ama...