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“Cara a cara”

Alec:

—¿Entonces…?—meneé la cabeza en forma circular, a la espera de una respuesta.

—Sí, me gusta—declaró con tono firme. Eché la cabeza atrás y alce las manos. Por fin lo había admitido.

—¡Por fin lo dices!—celebré. Estaba con Seth, en su habitación, sentados en unos sillones frente al gran televisor, habíamos pasado la tarde jugando videojuegos. Hacía unos días que había regresado a la cuidad luego de la visita a mis abuelos.

Estábamos hablando de la vecina de Seth; Gen. Me contó que llevaba noches quedando con ella y Ellie hasta la madrugada, que le parecía muy atractiva y muy linda como persona. Mi deducción fue que le gustaba, y se estaba empezando a enamorar. Incluso me contó que no paraba de pensar en ella y en su sonrisa. Eso molestaba a Seth, lo sabía muy bien, no le gustaban los sentimientos como esos, se mostraba reticente ante la sola idea de enamorase.

—Joder, cállate ya, Alec—me regañó, yo solté una carcajada. —. Me gusta, y me la voy a tirar hasta que la polla me duela. Eso es todo, no te ilusiones.

—Ouh, pero Sethy, creí que tu y yo…—le dije en tono afeminado, bromeando. Ambos reímos. Seth era un buen amigo, era como un mini yo, pero bien puto.

—Pero tu no le digas a nadie lo que te acabo de decir. Me gusta más de la cuenta la vecina, ¿De acuerdo?

—De acuerdo—asentí con la cabeza, mientras sonreía. —. Tengo sed.

—Ya sabes dónde está la cocina—me dijo, mientras veía algo en su teléfono. Me levanté del sillón de cuero negro, dónde se quedó marcado mi trasero, y caminé por el pasillo hasta las escaleras. Mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón sonó.

15:29
Liv<3: Mañana, salimos?

Sonreí estúpidamente.


15:30
Yo: Claro :3


Bajé las escaleras de madera a saltos, crucé por la sala de estar y el comedor, hasta llegar al umbral de la cocina. Era una cocina grande, de madera blanca y mármol gris, con luces empotradas en la pared, era una cocina elegante. Pasé del umbral, y fue ahí cuando lo escuché.

—¡Honey ahhhh! I walk through fire for you, just let me adore you—una voz aguda cantaba a todo pulmón. Cuando miré por sobre la isla, hacia donde estaban los gabinetes con las chucherías, vi un trasero moviéndose en círculos chistosos, cubierto con unos pantalones de pijamas con estampado de sándwiches sonrientes. Sonreí un poco. —. Walk in you rainbow paradise —siguió cantando, aún no había notado mi presencia, así que me apoyé de la isla, echándome hacia delante. —. Paradise!—soltó en un tono mucho más agudo, solté una risa.

Ella volteó de repente, al escuchar mi risa, me miró perpleja. Su cabello estaba atado en un moño mal hecho, estaba en pijama, su blusa decía algo sobre ser la reina del drama, un suéter azul enorme le colgaba por los brazos, supuse que se lo había quitado a Seth. Tenía los ojos más oscuros de lo que se veía en fotos, estaban abiertos como platos, ella estaba estática, era linda. Más que nada, chistosa.

—Hola—saludé. Ella se quedó igual, hasta que reaccionó y se quitó el audífono inalámbrico de su oído y con un ligero rubor en las mejillas dijo.

Los DesahuciadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora