“Mía”
Andy:
En mis pensamientos solo se repetía su nombre como un eco interminable:
Ellie… Ellie… Ellie…Ellie…Ellie…Ellie…
Durante todo el día y toda la noche mi mente solo tenía espacio para ella.
Su sonrisa hermosa.
Sus ojos oscuros y radiantes.
Sus labios suaves y rosados.
Su piel cremosa, siendo pálida y virgen…bueno, ya no lo era más, y todo gracias a mí, eso me llenaba de una satisfacción extraordinaria.
La amaba más que a mí propia vida, era todo lo que siempre había querido. Y lo tenía, yo siempre debía tener lo que quería. Ellie era tan perfecta, tan única…tan mía.
Sí, eso. Era mía, solo mía y de nadie más. Yo era su novio, el primero en tocarla, en hacerla mujer, eso la hacía mía.
No importaba que estuviera enojada conmigo por lo de su cumpleaños, haría que me perdonara y volviera a mí.
Era mía y ninguno de sus amiguitos estúpidos podría quitármela, no, por nada del mundo. Ellos eran unos niños, apenas, Ellie necesitaba un hombre, uno como yo, dispuesto a lo que sea por ella. Ese par de mocosos, Alec y Dexter, apenas y debían saber cómo besar, dudaba que siquiera fueran tan listos.
Ese par de chicos me caían mal. Los detestaba; los odiaba, sí. Ellos creían que ni lo notaba, pero querían quitarme a mi Ellie, Dexter siempre estaba pegada a ella como un maldito parásito y el otro chico le sonreía más de lo normal, además, lo había visto un par de veces abrazándola como si fuera suya.
No, ella era totalmente mía.
El otro día fue mía, la hice mía. En su cumpleaños la hice mía, es mía. Ella me ama a mí, porque es mía y lo sabe. Su amor solo me pertenece a mí.
Aunque no soy idiota, por mucho que me ame mi Ellie, la he visto a sus preciosos ojitos negros fijos en Alec, y eso no puede ser; sus miradas largas y significativas deben ser solo para mí. El idiota con pelo de vagabundo no se merece nada de ella.
No la quiero cerca de ellos, ni siquiera de su hermano. Algo me dice que ellos quieren que se aleje de mí, y su amiguita Samantha… sé que a ella no le gusto en lo absoluto, aunque es mutuo.
Ellie era solo mía, solo yo debía ocupar su tiempo, cosa que no se hacía con regularidad, la maldita universidad me tomaba demasiado tiempo valioso que podía compartir con mi amor, y cuando no tenía nada que hacer, sus amigos siempre la apartaban de mí. Eso no me gustaba, para nada.
Todos debían entender que Elliezabet Carter era mía, tenía mi nombre grabado en su piel y en su corazón, nadie tenía derecho a quitármela. Y si sus amiguitos tontos se seguían entrometiendo en lo nuestro, tendría que hacer algo al respecto.
Aunque nada muy escandaloso, sabía que para ella eran especiales, y si le hacía daño se iba a enojar…pero no puede dejarme ¿verdad? Era absolutamente mía, me lo demuestra cada vez que me besa y abre las piernas para mí, ¿No? Claro que sí. Aunque sí se molestaría conmigo… quizá y trataría de alejarse de mi, pero no lo permitiría.
Nunca, jamás, permitiría que se alejara de mí, su lugar es junto a mí. No puede irse, jamás lo hará, después de todo: era mía.
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La palabra “mía” está escrita como más de diez veces.
Antes, el capítulo, se llamaba “un amor loco”, pero después de corregir, decidí que debía llamarse mía.
André Dimos tiene algo que no está bien.
Atte: Any Cape <3
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Los Desahuciados
RandomEn un grupo de amigos, siempre habrán los clásico: La chica escandalosa, dramática y sentimental, que todo la hace llorar, que es una soñadora y romántica empedernida. La que es amiga todos, la que tiene un carácter de los mil demonios, pero que ama...