someday (milo manheim)✔️ terminada.

10.

❝count on me- bruno mars.❞

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Cassie realmente odiaba cuando la gente decía "todo estará bien", bueno, ella desde los quince años había perdido esa esperanza. Cassie odiaba que dijeran que su vida estaba a punto de recibir cosas buenas, odiaba ese punto intermedio que no terminaba de ser un hecho.

Sus ojos se abrieron lentamente, para luego ser cerrados con brusquedad, al tener contacto directo con la insoportable luz blanca, sus ojos se acostumbraron al lugar, era un techo blanco, ¿donde demonios estaba? Sus ojos viajaron por la habitación, para encontrarse con un Milo dormido en la silla al lado de su cama.

Estaba en un hospital.

Recordaba vagamente el dolor de cabeza, el mareo, Milo frente suyo y luego, negro. Su cabeza volvió a doler, haciéndola emitir un quejido, que fue lo suficientemente alto para hacer despertar a Milo.

-¿Cass? ¿estás mejor?-preguntó levantándose rápidamente, la chica estaba muy confundida. Sus ojos viajaron hacia su brazo, mirando aterrorizada la aguja puesta en su vena- ¿Qué pasa?

-Saca esta mierda de mi brazo- dijo con calma, mirando la aguja con atención, Milo alzó las cejas.

-¿Le tienes miedo a las agujas?

-No Milo, soy una adicta a la heroína que ama tener agujas en sus brazos- soltó con sarcasmo, para luego volverse a acostar- ¿que hacemos en un hospital?

-Te desmayaste en plena calle- explicó- estabas muy mal, pálida y no reaccionabas, te traje aquí, y menos mal lo hice, no habías comido siquiera, te intentaron poner el suero una vez que estuviste consciente, pero cuando viste la aguja, te desmayaste de nuevo.

Las mejillas de cassie se calentaron.

-No era necesario ir a un hospital, me dejabas tirada en la entrada del edificio y seguro kenzie me encontraba- musitó.

-Tu sarcasmo te hace ver caliente- bromeó Milo- escucha, el médico solo dijo que pasarán el suero y podemos irnos, solo falta un poco.

-Está bien- dijo rendida, mientras veía la bolsa transparente con un líquido que iba agotándose cada vez más- Gracias, gracias por...- cruzó las manos en su estómago- por preocuparte por mí.

Milo tomó su mano suavemente:-Ya te dije una vez, puedes contar conmigo.

La chica le dio una sonrisa pequeña, Milo volvió a acomodarse en la silla, mientras esperaban que él suero se terminase, el silencio era un poco pesado, Cassie buscó una forma poco sutil de romperlo.

-¿Estuviste con la chica de la fiesta?- preguntó, Milo la miró sin entender- digo, si esa noche... ya sabes, tuviste suerte.

Milo quiso reír tristemente, no era suerte follar con una chica después de una fiesta, no era lo que el quería.

-¿Emily?- se cuestionó a si mismo, Cassie lo miró- Pues si, sí estuve con ella después de la fiesta...- contestó- quise contarte pero con todo el asunto de... calum.

-Lo siento, no sabia que actuaría así- se disculpó- fue grosero con Meg, Mason, contigo. En serio lo lamento.

-No tienes que disculparte por el, Mason y Meg te amaron- ella sonrió- Cassie, no tiene derecho a tomarte así del brazo, no tiene derecho a lanzarte la llave al rostro, no tiene derecho de hablarte cómo te habla.