someday (milo manheim)✔️ terminada.

56.

❝daylight- taylor swift❞

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Cassie despertó envuelta en las sábanas, se estiró de forma automática y chocó sin querer contra el rostro, de un pelinegro que seguía dormido, se apoyó de sus codos, mirándolo dormir, sonrió de lado.

Habían pasado dos semanas desde que ella y Milo se reconciliaron, o, al menos eso estaban intentando, Cassie recordaba esa noche, fue un poco caótica, lloraron, se reclamaron, abrazaron, era un revoltijo de emociones y no fue sencillo para ellos poder tomar la decisión, una cosa era amarse y otra era poder con la relación.

-¡Tu me fuiste infiel! obvio te iba a terminar- dijo Cassie frustrada, mientras lloraba, el chico pasó una mano por su cabello.

-Yo nunca quise hacerlo, y nunca lo haría de nuevo. Lo juro.

Y es que fue bastante difícil para ella comenzar a confiar, aún estaban en ese proceso y aunque era difícil, estaban haciéndolo posible de a poco. La chica se puso de pie, fue hasta el baño e hizo su rutina diaria, caminó hacia la cocina del apartamento de Milo, a ver qué preparaba de desayuno.

Ese era otro asunto, ¿el se quedaría en Nueva York? ¿o decidiría volver a Los Angeles? la chica no quería presionarlo porque apenas estaban reencontrándose después de un año, muchas cosas habían cambiado y debía entender que no estaba en posición de exigir ni pedir nada.

Mason y sus mejores amigas la habían apoyado al respecto, su padre también e incluso Sebastián, que había estado furioso con Milo, estaba feliz de que su hermana estuviera bien.

Nada raro había pasado en la vida de Cassie, nada peligroso ni terrorífico, eso casi le preocupaba. Lo único raro en su vida, es que su hermano y Addison salen juntos oficialmente.

Cassie se sentó frente al piano, comenzando tocar city of stars , la chica no había retomado el piano pero la hacía feliz tocar algo de vez en cuando. Se detuvo cuando sintió un beso en su mejilla.

-Buenos días- murmuró Milo, aún con voz ronca por recién despertarse, estaba despeinado, usando nada más el pantalón de pijama, sin camisa y con su usual cadena dorada alrededor de su cuello- a ver toca de nuevo.

-Buen día- respondió con una sonrisa, ella comenzó a tocar otra vez, aunque hablaba mientras tanto:-¿Que quieres desayunar?

-No lo sé- se apoyó de su hombro- quisiera irme a dormir de nuevo, es domingo.

-Quedaste en llevarme a patinar- dijo ella con una sonrisa, el hizo una falsa mueca de fastidio- vuelve a la cama.

-¿Sin ti?- esa frase derritió a Cassie y terminó por ceder, caminando juntos por el apartamento, la chica estaba muy feliz. Milo se acostó en la cama junto a ella.

-Tengo esta canción que no puedo sacar de mi mente- dijo ella, tomando la guitarra de Milo- incluso me la aprendí, así de grave es.

Cassie comenzó a tocar falling slowly , la voz de cassie no era increíble, ni tenía un rango vocal alto, no cantaba profesionalmente ni tenía voz para hacerlo, pero para Milo, ese era el momento más hermoso de su vida, incluso cuando su voz se rompía al no poder alcanzar las notas, el atesoraba cada segundo de ello.

Para Cassie aún era raro estar ahí de nuevo, nunca pensó estar en esa situación otra vez, había pasado trescientos sesenta y cinco días mentalizandose, de que, probablemente nunca lo volvería a ver y que debía aprender a desprenderse del amor que sentía, de cada detalle, de sus mechones azabache y sus pasos por el pasillo, por como la llamaba al llegar a casa y el sonido de las llaves al chocar con la encimera. Pasó un año preparándose para la idea, de que todo aquello que Milo había dejado tatuado en ella, debía arrancarse de raíz, tenía que olvidar el sabor de su comida, el sabor de sus labios e incluso el olor de su perfume favorito, su mano tomando la de ella al despertar y como se sentía acurrucarse en sus brazos en las mañanas.