Las almas destinadas son unidas por un lazo invisible que perdura hasta el fin de los tiempos. Viven varias vidas buscándose, estirando el hilo, enredándolo, hasta encontrarse.
En medio de la oscuridad, emerge una criatura enorme, espléndida, feroz...
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SeoHo fue el primero en reaccionar cerrando la puerta con toda su fuerza. Del otro lado se oía al carnívoro a pocos metros de distancia.
Él y JiHoon usaron el diván largo y los pocos muebles para obstaculizar su entrada. No tardaron en oír los golpes feroces. Ambos usaron sus cuerpos para retenerlo lo más que podían.
—¡Por aquí!
San abrió la trampilla del techo con ayuda de HyunJin. Subió con ayuda de los dos chicos, quienes le siguieron poco después.
—¡HongJoong, sube! ¡Ya les seguimos! —bramó SeoHo.
Pero ellos dos no eran rivales para la fuerza descomunal de un Lobo que ya había consumido carne. HongJoong temía que no lo soportaran mucho más.
Entonces, HyunJin tironeó de sus ropas para subirlo por la trampilla. Al estar afuera se inclinó de nuevo sobre el agujero, justo en el momento en que SeoHo y JiHoon eran empujados al otro lado del escondite. El intruso cayó sobre los muebles, sacudiendo su cabeza y gruñendo. Sus ojos brillaban con hambre de matar.
—¡SeoHo!
HongJoong extendió su mano hacia él. SeoHo se levantó, impulsándose hacia arriba para tomar su mano. HongJoong haló de él con todas sus fuerzas. Al mismo tiempo de reojo pudo observar a JiHoon sacar algo de su bolsillo, aventarlo al suelo, y una cortina de gas supresor llenó el lugar en segundos.
Lo ayudaron a subir. Al cerrar la portezuela y mirar a su alrededor se percataron que estaban en la parte trasera de otro almacén. Los tres empujaron un contenedor sobre la trampilla para que el Lobo no pudiera pasar. Le oyeron pelear contra la trampilla, intentando mover el contenedor.
—¡Síganme! —JiHoon señaló el camino.
—¿¡Dónde está Sonja!? —vociferó San.
—¡Ya vendrá! —le respondió— ¡Pero por ahora debemos huir! Esa bestia no tardará en intuir en dónde nos encontramos.
Nadie dudó en seguirlo. Podían escuchar la pelea que se desarrollaba en las afueras. HongJoong vio a través de una ventana cómo cuatro Lobos rodeaban a uno gris ceniza, y no tenían piedad de él.
—¡No! —SeoHo gritó de repente. Tropezó a su lado y se acercó a la ventana con el miedo dominando sus facciones— ¡NO! ¡XION!
—¡SeoHo, no te detengas!
—¡Harás que nos descubran!
Otro Lobo fue a su rescate siendo perseguido por otros dos. Por la mancha en su pecho supieron que era GeonHak, a quien se le sumó el Lobo negro en segundos; WooYoung. SeoHo gritó sus nombres en desesperación. San no se movía, teniendo a los dos chicos firmemente agarrados de sus manos, mirando a su pareja pelear con todo lo que tenía. JiHoon solo estaba parado frente a ellos, intentando que siguieran moviéndose.
