Las almas destinadas son unidas por un lazo invisible que perdura hasta el fin de los tiempos. Viven varias vidas buscándose, estirando el hilo, enredándolo, hasta encontrarse.
En medio de la oscuridad, emerge una criatura enorme, espléndida, feroz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Adelante. Tomen asiento.
Kyung hizo un ademán con la mano, indicando que se sentaran con ellos. Dorian ya había tomado lugar a la derecha del comandante, mientras Mian a la izquierda, junto a Dai. Los tres Pacificadores —quienes aparentemente, eran de un rango importante— se sentaron en la fila de Dorian.
Dai les entregó uno de los biblioratos que trajo, dándole el otro a Kyung, quien solo le dio una mirada superficial a la tapa, sin mostrar intención de tocarlo.
HongJoong tomó lugar en la fila de Mian, entre YunHo y YeoSang, esquivando a propósito las miradas inquisitivas del último. YeoSang se veía más serio que nunca. Al igual que YunHo, quien HongJoong sepa, jamás había mostrado esa faceta abiertamente.
Era señal de que esa no sería una reunión tan pacífica.
—Muy bien —dijo Kyung, cruzando las piernas y apoyando una mejilla sobre su palma—. Este caso parece no tener fronteras. Según se me ha informado, Kim HongJoong fue secuestrado de su ciudadela asignada por un grupo de Cazadores durante una noche. Tengo entendido que se sigue investigando cómo se infiltraron. ¿Dorian?
—En efecto, comandante —respondió Dorian—. Sin embargo, hace mil doscientas horas, uno de los cuatro oficiales que dejamos allí ha informado por medio del canal privado que ya tienen más claridad acerca de lo que pasó previamente al secuestro. Mandarán la actualización del informe en cuanto puedan.
—Bien. Diles que se apresuren, u otros los sustituirán en el caso. Saben que los civiles estarán al tanto al respecto, y no queremos que empiecen a cuestionar sobre su seguridad o sobre nuestra capacidad. Por lo tanto no deben perder más tiempo.
Dorian asintió con fiel obediencia.
—Sí, comandante.
Entonces, con su otra mano, Kyung hizo un ademán hacia YunHo y YeoSang.
—El señor Jeong y Kang ya han dado sus versiones de esa noche. Pero ahora necesitamos que Kim nos hable de lo que sucedió después de ser llevado. Si les escuchaste hablar de algo que nos pueda jugar a favor. Si necesariamente ibas para una manada de Licántropos o a la Granja. Cómo te libraste de ellos, y acabaste en la nueva manada de tu querido Park.
HongJoong no respondió enseguida. No pudo evitar fruncir el ceño ligeramente mientras rememoraba poco a poco los sucesos antes de acabar en la madriguera. Además, dudaba que le creyeran del todo, al menos por parte de los otros Pacificadores.
—No es... sencillo.
—Puedes tomarte tu tiempo. Pero no demasiado —agregó Kyung—. A no ser que sea al caso de que Park tuviera contacto con los cazadores...
