Las almas destinadas son unidas por un lazo invisible que perdura hasta el fin de los tiempos. Viven varias vidas buscándose, estirando el hilo, enredándolo, hasta encontrarse.
En medio de la oscuridad, emerge una criatura enorme, espléndida, feroz...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HongJoong estuvo confundido consigo mismo.
Ese calor le era tan familiar, que cualquier persona más cuerda que él entraría en pánico.
Sus labios temblaron. Querían curvarse en una confusa mezcla de felicidad y tristeza.
Sentir al cachorro de San moverse bajo sus manos había sido una sensación que agitó su corazón en una oleada cálida y nostálgica, algo que parecía añorar tiempo atrás. Su mente se nubló; otro recuerdo fantasma comenzaba a emerger de la oscuridad.
Un abrazo, un ambiente acogedor. Pero donde también se hallaba un palpable sentimiento de preocupación.
Las voces hacían un eco apagado.
"¡Puedo oírlo!"
"¿Ves?"
"¡Es verdad! ¡Puedo oírlo! Es su corazón... Sus latidos... "
¿Oír su corazón? ¿De quién era exactamente esa voz?
Su cuerpo ya había experimentado aquello. Pero no quería aceptarlo por algún motivo, como si su subconsciente quisiera seguir manteniéndolo bajo una masa oscura y volver a quedar en ese vacío.
Parpadeó y sus ojos picaron. Podía sentir esa misma sensación a través de esa veloz visión.
¿Por qué veía aquello ahora?
El cachorro le dio otra patadita, y mantuvo su pie ahí por unos segundos más. Ese gesto le hizo acariciarlo con levedad.
Uno de los mayores miedos de un omega en cinta era estar solo; solo en ese tiempo de gestación, y que al dar luz a su hijo, siga solo. No importaba si era de sangre herbívoro o carnívoro —generalmente, los omegas carnívoros tenían un carácter más picante que el de los omegas herbívoros. El cual solía empeorar en el período de espera. Por ello, aunque no lo demostraran abiertamente por orgullo o vergüenza misma, compartían la misma cualidad—. Sin importar su especie, un omega deseará fervientemente compañía absoluta de todos los seres que ama.
Pero siempre querrá en primer lugar a su pareja, al padre de sus futuros hijos. Era más que importante esa presencia para ambos.
Aunque estaban los casos en el que a una/un omega no le interesaba si tenía compañía o no. O directamente se aislaba del mundo esos nueve meses incluyendo el día de parto. Esos eran realmente raros de presentar. Ya sea por algún motivo personal u externo en específico, pero debía ser bastante traumático para querer estar en soledad. Después de todo, un omega priorizará a su cachorro en todo momento, incluso sobre sí mismo.
