Las almas destinadas son unidas por un lazo invisible que perdura hasta el fin de los tiempos. Viven varias vidas buscándose, estirando el hilo, enredándolo, hasta encontrarse.
En medio de la oscuridad, emerge una criatura enorme, espléndida, feroz...
(Capítulo centrado en Sonja, y el rescate de HyunJin y JeongIn)
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Pasó una semana entera antes de que tuvieran un plan sólido entre manos. Semana en la que Sonja se esforzó por aparentar que todo estaba bien.
Sin darse cuenta de que cometió un error.
La última noche antes de su movida, Sonja repasó los papeles en los que GunJi dibujó y anotó cada cosa que le pidió (ordenó, más bien). Cómo era la sede por fuera, todas las cámaras alrededor, los horarios nocturnos del personal, etc. Sin embargo, algo hizo que tuvieran que moverse antes de lo esperado.
—¿Estás seguro que escuchaste bien, GunJi?
El Lobo gris asintió, preocupado.
—Oí que los iban a trasladar a la sede central mañana pasada la media noche, a ellos y a otros más, no sé exactamente cuántos. Pero tienen a más cachorros en sus manos de lo que creí.
Sonja dejó escapar un pesado suspiro. El viento invernal movió la vela de la lámpara a su lado. Definitivamente eso cambiaba casi por completo sus planes.
—¿Hay algo más que hayas visto que nos pueda ser de utilidad?
—A parte de la ligera ventaja que tendríamos al ya no ser necesario que entremos, y que los camiones en donde los transportarán tendrán sus puertas abiertas todo el rato... nada más. Si pudiéramos sacar por lo menos a la mitad de los cachorros ya sería una especie de milagro.
—Voy a ser sincera contigo —Sonja se pasó una mano por el rostro—. No creo que podamos sacar a más de dos o a cuatro con el poco tiempo que tendríamos si nos descubren, más si no tenemos idea de si los van a atar o algo así antes de meterlos dentro de los camiones. ¿Qué tal si eso nos retrasa? La probabilidad de que nos maten en el acto es alta, GunJi. Con esa gente no se juega. Aunque yo sea capaz de hallar un modo de ingresar, ellos sacarán un as bajo la manga y nos llevarán al infierno mismo. Mira... entiendo que quieras salvarlos, remendar al menos un acto de tu familia, pero esto es cometer suicidio —lo miró significativamente, y continuó:—. ¿Estás dispuesto a seguir adelante a pesar de todo?
—¿Y usted? —contratacó GunJi, con la vista fija en los paleles—. ¿Usted está dispuesta a continuar con esto?
Eso tomó a Sonja con la guardia baja.
—GunJi...
GunJi se dignó a verla, con los ojos cristalizados.
—Acudí a su ayuda por algo, porque yo no sería capaz de hacer todo esto de manera tan precisa como usted... Si yo me muero, no importa. Estoy listo para morir de todas formas. —apretó la manta de su madre en un puño.
