Atenea | Spainrp Volkov.

Junto a ti. - 43 Final 2/2

"Te amaré por siempre. "

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Desperté por el toque de alguien en mi brazo, por lo que al abrir los ojos no me sorprendí al ver a una de las azafatas algo nerviosa, mientras continuaba murmurando cosas que no llegaba a entender del todo.

Asentí moviendo la mano, señalándole que ya había entendido el hecho de que teníamos que despertarnos, ya que el avión había aterrizado.

Di un manotazo al hombro del peligris, despertándolo sobresaltado, a la par que agarraba la pequeña mochila de manos.

Me giré de nuevo hacia él y con una sonrisa comenté - Llegamos a Rusia.

Alzó las cejas para darse la vuelta hacia la ventanilla, dándose cuenta de que efectivamente, estábamos sobre suelo.

Aproximadamente diez o veinte minutos después nos encontrábamos abandonando el avión y encaminándonos hacia el estacionamiento, donde se suponía, el temible cuñado nos esperaría.

Al abrir la maleta me agradecí mentalmente por haber puesto aquel vestido en la maleta, que, aunque el tiempo había pasado, por suerte, aun me quedaba perfecto, a pesar de que no era de embarazada.

Con lentitud pasé la sedosa tela por mi cuerpo, dándome cuenta de que, mi barriga se notaba más de lo esperado, ya que tenía las esperanzas puestas en que el pliegue del mismo disimulara el bulto.

Terminé de acomodar las mangas, y até mi cabello dejando algunos mechones desprolijos, a la par que salía por la puerta, agarrando las tejanas blancas.

Al llegar a la sala, me encontré con Viktor acomodando algunas cajas, donde probablemente estén los futuros muebles de nuestra casa.

Sonreí viéndolo, el traje gris que llevaba le quedaba perfecto, eso combinado con el hecho de que se estaba dejando crecer el pelo, provocaba que la imagen desde este punto fuera exquisita.

Lastimosamente tuve que hacer ruido al ponerme las botas en mis pies, llamando su atención.

Al girarse, quedó completamente quieto, analizándome de pies a cabeza, quedándose estancado esta vez en mi barriga.

Relamí mis labios comenzando a acercarme, levantando ambos brazos para acomodarlos en sus hombros, donde el me recibió con una sonrisa totalmente cálida, pasando sus manos por mi cintura lentamente.

-Creo que jamás te había visto igual de guapa.

Cerré los ojos, aspirando su exquisito perfume, tratando de memorizar este momento para toda la vida.

-Me asusta todo esto, pero a la vez quiero que pase.- confesé algo nerviosa en su cuello por lo bajo.

Una fuerte risa se escuchó a lo lejos, y ambos nos giramos, encontrándonos de lleno con aquel hombre alto y frio.

-No quiero ver una película romántica ahora, venga que tengo que ir a trabajar.

Pude sentir como Viktor se tensó al instante, y al mirar hacia arriba no me fue posible evitar largar una carcajada por la cara que llevaba.

-Que gran manera de arruinar los mejores momentos. - escupió hacia su hermano algo molesto.

El contrario solo levantó los hombros a la par que se daba la vuelta, comenzando a caminar hacia la salida.

Suspiré y agarré la pequeña cartera de cuero marrón, caminando detrás de él.

Al llegar a la puerta de la casa agarré la fría mano del ruso, sonriéndole, logrando sacarle esa cara larga.