"Pupilas que se dilatan, que deleitan,
que delatan..."................
Desperté con el duro golpe de la mano de Jack sobre mi cara, gruñi y golpeé su costilla, haciendo que se queje de igual manera que yo anteriormente.
- Hostia puta que susto.- dijo mirándome con una sonrisa.
Rodeé los ojos y le di otro golpe, está vez en el estómago.
- Deja de ser tan idiota Conway.
El solo rió y se levantó, buscando algo en su cajonera.
Di un largo y gran bostezo y me di la vuelta, tapándome hasta la cabeza.
- ¿Que coño piensas que haces?
Levante mis cejas y lo miré, sonriendo.
- Ni te pienses que voy a levantarme e ir a comisaría a esta hora.
Chasqueo la lengua y salió de la habitación, dejando la puerta abierta, yo solo me di vuelta y volví a concentrarme en dormir.
- Muñeca, como no nos digas sus posiciones, voy a tratarte tan mal que no te van a puto reconocer.
Solo tragué saliva y lo miré, en mi mente solo pasaban las distintas maneras en que un milagro ocurría, y yo salía de este encierro; pero eso no pasaría.
- Te dije, no tengo puta idea de dónde están, no me encargo de saber eso.
El parecía cada vez más enojado, y como todos los días, muy violento.
- Tu te lo buscaste.
Solo cerré los ojos, dejándolos hacer lo que querían, igual no podía hacer nada para detenerlos, y eso lo había descubierto a las malas.
Mi cuerpo despertó de prisa, aunque mi mente iba un poco atrasada en esto, llegue al lavabo mareada, y como aveces pasaba, lavé mi rostro, intentando alejar ese maldito sueño, o más bien pesadilla, que curiosamente, era mi pasado.
Aveces se colaba por mi subconsciente esa mierda, a pesar de que lo había alejado de todas las formas posibles.
Suspiré y caminé por la pequeña casa, me había sorprendido que no tuviera una casa en los barrios pijos, pero siendo Jack, seguro la tenia y no me la mostraba.
Salí del apartamento cerrando la puerta con las llaves que dejó encima de la mesa, y ahí caí en cuenta de que no había traído nada para irme.
Y el maldito lo sabía, hasta me lo imaginaba riendose de mi.
Saque mi celular con una sonrisa y lo llame, sé que lo que voy a hacer es malvado, pero, no hay de otra.
Camine un par de cuadras antes de llamarlo, elegí un buen lugar donde esconderme, y comencé la llamada, en conjunto con mi actuación
Al contestar parecía incluso alegre, y por un segundo pensé en no hacerlo, pero, no había mejor manera para molestarlo y que de paso venga a por mi.
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Atenea | Spainrp Volkov.
Teen FictionTan fría e indiferente, pero de mirada de dulce, tan triste e indolente, pero de sentimientos puros. Con tantos misterios a cuestas, te escondes tras una careta, que solo usas para proteger, lo bello que hay en tu ser.