Molestia. - 11

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" Todos tenemos a alguien que no tenemos."

..............

Horacio traía a su lado, a Armando, el chico de cabello rojo, y a Emilio.

Mis nervios llegaban al puto cielo, Armando iba a dudar de mi por el hecho de estar aquí.

El otro chico del taller iba disfrazado de un especie de asesino del hacha, y Emilio a su lado, simplemente iba de mecánico, con el pecho al descubierto, y algunas manchas de grasa por el mismo.

Caminaban hacia mi con una sonrisa, mirandome de arriba a abajo, principalmente Armando. 

- Vaya coincidencia muñeca.

Mordí el interior de mi labio, y sonreí forzadamente.

- Nea, ellos son Armando, y el chino, a Emilio ya lo conoces.

- Claro, si, ya los he visto un par de veces por el taller y tal. 

Armando me miró extrañado, y luego pareció entender algo.

- Si hombre, si ella siempre busca a Armando por el taller. 

Mis mejillas se sonrojaron, y agarré el borde de el short del disfraz, nerviosa. 

- Iré a buscar algo para beber, ahora vuelvo.

Horacio me miró curioso, pero no dijo nada.

- Yo te acompaño.

Quise golpearlo cuando dijo eso, dejó su escudo con su amigo, y caminó detrás mio.

Llegamos a la barra, Jack, y el resto de comisarios seguían allí.

Tenia que comportarme, porque sino Jack se daria cuenta al instante.

Llamamos la atención de todos al llegar, los tres tipos miraron a Armando, de ellos, solo Jack lo reconoció, y pasó su mirada hacia mi, alertado por el hecho de que el chico este allí

Sonreí y decidí dar un paso mas, y agarré la mano de Armando, dándole una sonrisa coqueta.

El pidió un par de tragos al chico que al parecer habia sido contratado , mientras el los preparaba, él puso su mano sobre el borde de mi disfraz, mirandolo con atención

Frunci mi ceño mirandolo, no entendia que carajo estaba haciendo.

Habia perdido de vista a Jack y los chicos, ya que él se habia parado frente a mi, dandole la espalda a ellos. 

Fue subiendo su mano hasta mi cintura, y recorrio la engomada tela con sus manos, para luego mirarme a mi.

- Vas a decirme que cojones haces aqui?

Mordi mi labio, pensando alguna excusa, con desesperación.

- Horacio me invitó, lo conozco de cuando era basurero, y bueno, siempre me invita a sus fiestas.

Traté de distraerlo tocando su brazo, pero no pareció funcionar. 

Sonrió y llevo su mano cubriendo parte de mi cuello, y parte de mi mejilla, para luego apretar un poco.

- Mas vale que no me estes mintiendo muñeca. 

Sonrei, ocultando el hecho de que me asqueaba esto.

- Claro que no...

Me acerqué a el, y puse mi mano en su pecho, para dejar un delicado beso en su cuello.

Lleve mi boca a su oido, mientras hacia circulos con mi mano.

- Te ves muy bien con ese disfraz. 

Di una mirada por encima del hombro del chico, para encontrarme a Jack mirandome, asintió con su cabeza, con una sonrisa ladeada.

Mientras, a su lado, Volkov me miraba extrañado, con el entrecejo fruncido. 

Lo imité, pero no por mucho tiempo, y volví mi atención a el chico Vikingo.

- Aquí tienen.- nos entregó los tragos, dejandolos sobre la barra. 

...

La fiesta de diversión, se había convertido en la fiesta de trabajo, y para peor, no lo estaba haciendo bien.

Perdí a Armando hace ya un rato, y lo único que logré hacer fue beber varios tragos más.

Sentía mi cuerpo y mente más ligeros, en conjunto con la sensación de que todo estaba bien.

Claramente, el alcohol estaba haciendo su debido efecto, y no era estúpida, lo sabía perfectamente, pero eso no me impidió bailar con Horacio.

Las alas las había dejado por algún rincón hace ya un rato, muchas otras personas también habían dejado partes de disfraces.

Vi a Gustabo subirse a una mesa, y comenzar a bailar.

Solo reí y saqué mi celular, capturando el momento.

Llamé su atención al parecer, por lo que se bajó, agarró mi brazo, y de alguna extraña manera, logro subirme a la mesa, dejándome expuesta ante todas las personas de la sala.

Relami mis labios, y sonreí, dándole un trago a mi bebida.

Sentí las manos de Gustabo por encima de mi cintura incentivandome a bailar, pero claro, no era exactamente una persona que supiera soltarse, ni estando borracha.

Por lo que simplemente me tambaleaba de un lado a otro, moviendo un poco mis caderas, y dando largos tragos.

A lo lejos vi a Volkov con una chica, ella estaba pegada a su pecho, y Volkov la miraba, algo desinteresado.

Fruncí mi ceño ante esa imagen, y tuve que evitar ver, ya que me causaba cierta molestia.

Enfoque mi mirada en Armando, que venía caminando hacia la mesa, con una sonrisa.

Mordí mi labio y pasé mis manos por mi cintura, viéndolo llegar .

Le sonreí y le indique con una mano que se acercara un poco más.

Me agache y me senté sobre la mesa, dejando mis piernas ligeramente abiertas, para que el se parara ahí.

Llevé mi mano hacia su cuello, y lo pegué a mi, uniendo nuestros labios.

Claramente no había dulzura, solo deseo, desesperación.

Me sujeto de la cadera, y me subió a el, haciendo que enrolle mis piernas en su espalda.

- ¡Váyanse a un motel cerdos!- escuché gritar a Gustabo

Con mi mano le indique mi dedo del medio, y pude ver cómo largó una carcajada.

Armando besaba mi cuello con desesperación, y tocaba todo mi cuerpo.

Pero mi mente se alertó al ver a Jack, claro, información.

- ¿Vamos a tu casa o a la mía?- le dije en su oído.

El sonrió y se separó de mi.

- A la mía, ¿traes tú auto?

Asentí, y comencé a guiarlo hacia el estacionamiento.

El viento chocó contra mi cuerpo, dejándome la piel erizada, era muy tarde, por lo tanto hacia un frío congelante

Nos subimos al auto, el de piloto, y yo en el asiento de copiloto, y comenzó a conducir.

Pero un mensaje en mi celular llamó mi atención

- Recuerda sacarle toda la puta información, yo arreglo el desastre que dejaste aquí.

Fruncí el ceño ante el mensaje de Jack.

¿A que coño se refería con desastre?








Atenea | Spainrp Volkov.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora