Atenea | Spainrp Volkov.

Reconocerte. -15

"Cuantos besos se quedan en unos ojos que miran una boca"
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Terminé de ponerme el vestido, y evitando mirarme al espejo me coloqué los debidos tacones.

Realmente estaba incomoda, y no sabia al cien por ciento por qué hacia esto, si ya habíamos obtenido bastante información.

De todas formas no se lo dije a Jack, asi que no necesariamente tenia que ser una cena a la que yo vaya a investigar, tal vez por primera vez podría divertirme esta noche, y bueno, si algo de información se me aparecía, ayudaría con el caso.

Al mirarme al espejo confirme lo que ya sabia cuando compré este vestido, me quedaba increible; el escote prominente y los hombros al descubierto daban el toque elegante al vestido.

El color era el indicado, rojo vino, que con la tela satinada hacia aun mas hermoso el vestuario.

Definitivamente esto era perfecto, indicado para esta noche, luego de hablar un poco mas con Armando, supe que iba encerio lo de la cena seria, incluso dijo que iba alguna gente chunga.

Lo cual claro, me dio  aun mas ganas de ir, ya que seguramente de esta noche sacaré muchos hilos de los cuales tirar. 

Apreté un poco mas los tacones, dejándolos lo mas comodo posible, ya que la noche seria larga.

Mi celular sonó, dejandome ver el mensaje del mecanico.

- Llego en 10 minutos.

Me sorprendi ante esto, sinceramente no esperaba puntualidad de parte de el.

Agarré una navaja de mi bolso y la meti en mi lenceria, escondiendola alli perfectamente.

Nunca se sabe, por lo tanto, prevenirse no era exagerar.

Arregle mi vestimenta, y cerré todas las ventanas y puertas, dejando todo intacto.

Una bocina sonó fuera, por lo que yo salí trancando la puerta.

Armando estaba parado frente a un automovil deportivo negro, llevaba un traje negro, en conjunto con su corbata.

Me brindó una mirada lasciva a todo mi cuerpo, y luego caminó hacia mi, dejando su mano en mi cintura, atrayendome hacia el.

- Realmente te tomaste encerio lo de formal.

Me rei y lo alejé de mi, con ayuda de mis manos en su pecho.

- Tu eres el que lleva traje y corbata ¿ qué dices?

Una pequeña sonrisa de apareció en su rostro, pero rapidamente desapareció, y el me guió hacia el auto. 

La comodidad que me atrapaba al estar cerca de este chico era increible, el era exactamente una persona como yo, con su pasado, pero sobreviviendo.

El colocó su mano sobre mi mano, haciendo que sonriera un poco.

- Venga Armando, falta que me propongas matrimonio.

El rió tratando de no desconcentrarse de la carretera, mientras daba un apretón a mi mano

- Ni una muestra de aprecio se te puede hacer coño.

Poco después llegamos al costoso restaurante en la costa, estaba totalmente iluminado, pero por lo que me dijo, estaba reservado solo para los invitados de esta reunion, por lo que no habria gente extraña.

Eso si me alertó, obviamente esto no era solo algo del taller, algo mas habria detras.

Mi vista se movió por los distintos vehiculos en el estacionamiento, todos parecian costosos, menos uno.

Un maldito patrulla, totalmente limpio y sin un rasguño.

Y solo dos personas mantenian el automovil asi.

Algo apurada y sin que 

mi compañero lo note, saque mi celular enviando un mensaje a Jack.

- Donde estas.

- ¿Vamos?

Asentí y salimos del vehiculo, comenzando a caminar hacia las largas escaleras.

Senti su mano pasar por mi espalda, hasta terminar por encima de mi cintura, casi tocando mis senos, cosa que me incomodo un poco.

Suspiré liberando mis nervios y entramos al salon, habian algunas mesas donde estaban sentados principalmente hombres, algunos con su pareja, otros solos conversando.

Muchos notaron nuestra entrada, intercalando sus miradas entre mi y Armando.

Pude reconocer los rostros de algunos chicos, habian muchos mecanicos, muy bien vestidos.

- Nosotros iremos arriba cariño.

Me sorprendió aquel mote, pero no le presté demasiada importancia, y segui sus pasos hacia las escaleras.

- Quien esta arriba?

El me sonrió y detuvo sus pasos, acorralandome contra la pared, apoyandose contra mi, acercandonos aun mas.

- Algunas personas interesantes, solo son negocios, no necesitas preocuparte.

Le dió una mordida a mi labio y nos enderezó, volviendo a dejar su mano en el lugar de antes.

Al llegar a la planta de arriba, nos encontramos con un bar, donde el agarró un vaso de whiskey.

Claro que me estaba dejando llevar por el, no podia llevarle la contraria, ni separarme por el momento, necesitaba saber quien era los que estaban arriba, aunque ya tenia una ligera sospecha que no me gustaba para nada, porque si el me veia alli, no le iba a gustar.

Una voz gruesa detras de nosotros dijo el nombre de mi compañero, haciendo que el se gire.

Realmente yo no queria hacerlo, mi primer pensamiento fue ocultarme detras de la barra, yo podia ser una persona sumamente profesional y dura, pero cuando se trataba de Jack, no podia mentirle.

Pero claro, se veria muy extraño que lo hiciera, asi que, con todo el coraje que pude reunir, levanté el mentón, y me gire, como si yo no supiera que el se encontraba alli.

Y como yo lo predije, el estaba allí, con su traje negro, pero algo que no me esperaba en lo absoluto, es que Volkov esté a su lado, con una camisa negra y un chaleco rojo y negro, que le quedaba realmente bien.

Armando me atrajo aun mas a el, acto que no pasó desapercibido para ninguno de los dos presentes, que llevaron su vista a su mano en mi cintura, uno sorprendido, y el otro, notoriamente molesto.

- Como le va, Conway.

Este reaccionó y asintió con la cabeza, comenzando a caminar hacia la terraza, no sin darme una mirada con los ojos muy abiertos, indicandome que en verdad no entendia lo que pasaba.

- Volkov, un gusto verlo.

Este pareció salir de un trance y dejó de mirar la mano de el chico en mi cintura.

- No es lo mismo para mi, pero gracias.- dijo mirandolo.