"Ella es el tipo de música que escuchas con los ojos cerrados"
...........
Ninguno se podía creer lo que yo estaba proponiendo, pero era lo único que nos quedaba.
-Eso es una completa locura, no vas a hacer eso.
Rodee los ojos, mientras daba un vistazo nuevamente, algo nerviosa de que el chico me encuentre.
Entonces pude ver mi oportunidad, el caminó hacia la puerta, se le notaba aún más tenso que antes, como si se estuviera hartando de que nadie aparezca.
Me levanté, y con cuidado de que los pasos no se escucharan, caminé hacia los vestuarios, sin quitarle la vista ni un segundo al que ahora denominaría como el chico bomba.
La presión y ansiedad comenzaban a pasarle factura a mi cansado cuerpo, que ya había pasado por demasiadas cosas esta semana.
Sinceramente, no había descansado lo suficiente para recuperarme de lo de anoche.
Dormí aproximadamente unas cinco horas en la casa de Volkov, supongo que hasta mi cuerpo se recuperó de aquella droga que casi me mata.
Y luego, desperté, sabiendo exactamente donde estaba, y con quien.
De inmediato noté que Volkov no estaba a mi lado, pero que no estaba sola.
Él estaba sentado en un sillón frente a la cama, con su mano en la cabeza, durmiendo.
Estuve mirándolo lo que pareció una eternidad, pero que en realidad solo fueron diez minutos, para luego irme sin hacer un solo ruido.
Escapé, en eso no se había equivocado en lo absoluto, pero el sentirme protegida por alguien más que no sea Conway me asustó.
O tal vez solo era una tonta excusa.
Quién sabe.
Así fue como sin saber dónde ir, terminé en la azotea de uno de los edificios de enfrente a comisaria, observando la ciudad.
Apoyé mi cabeza en uno de los lockers, sintiendo como el frio del metal calmaba todos los pensamientos y sensaciones que me provocaba la imagen del ruso durmiendo.
Así que decidida, aislé todo aquello que no fuera eficaz ahora, y encendí la radio.
-Jack, abre la rendija y tira la llave, yo la agarro.
El afirmó y yo apoyé mi oído en la misma, sintiendo el ruido de la otra al ser abierta.
La llave se deslizó, pero quedó atorada por lo que parecía un clavo.
Gruñí abriendo la rejilla de un tirón, cabreada ya de toda esta situación.
Pero, como mi brazo al parecer ahora era demasiado corto, tuve que agacharme más, para lograr llegar.
Un ruido a mi espalda hizo que agarrara la llave rápidamente y sacara la mitad de mi cuerpo de la rendija, para mirar hacia atrás totalmente perseguida y deseando que no fuera el chico bomba.
Pero mi mirada se conectó con aquellos ojos que tanto alboroto habían logrado en mi interior.
Pude notar al instante que sus pantalones estaban con bastante tierra, y que su camisa estaba algo desprendida, seguramente debido al calor que había fuera.
Trago saliva y dio una mirada hacia la puerta, asegurándose de que el sujeto no viniera.
Entonces, me levanté de un salto, dándome cuenta que en mi posición anterior, le estaba dando una completa vista a mi trasero.
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Atenea | Spainrp Volkov.
Novela JuvenilTan fría e indiferente, pero de mirada de dulce, tan triste e indolente, pero de sentimientos puros. Con tantos misterios a cuestas, te escondes tras una careta, que solo usas para proteger, lo bello que hay en tu ser.