Atenea | Spainrp Volkov.

Ebriedad -03

Nos hacemos los valientes, pero estamos muertos de miedo...
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- Esos chicos van a hacer quedar al CNP como unos ridículos, yo te lo digo.

Rodó sus ojos y se sacó sus lentes.

- Nea, necesito que me des más información, algo que no sepa.

Levante mis cejas incrédula, que carajo le pasaba a este y porque los seguía contratando?

- Estas escuchandote? Estas hecho un blandito Conway.

Gruño y miró hacia un costado.

- Ellos son buenas personas, tienen ímpetu, tienen las ganas que a muchos les falta.

¿Las ganas?

- Hay un tío que se llama Emilio, no me da buena espina.

Pareció pensar, y al reconocer al tipo asintió

- Si, sé quién es, el hermano del chico que torture.

Alce mis cejas, así que se había estado divirtiendo.

- Bueno, pudo tirar hilos de ahí.

- Bien, ahora vamos por algunos tragos.

Salimos de comisaría, cruzandonos con Volkov y el sujeto de barba del mostrador.

- ¿Superintendente?

- ¿Que quieres Volkov?

- ¿Va a salir de servicio?

El otro chico solo se dedicaba a a examinarme.

Miré en su dirección, era un chico muy guapo, pero seguramente con los humos por los cielos.

Vamos a bajarlos.

- ¿Necesitas algo?

El se sorprendió de que hablara, y me sonrió poniendo sus manos en la cintura.

- Nada, solo que no se quién es usted.

- No te incumbe quién es ella Greco .

El solo se calló y volvio unos pasos hacia atrás.

Bien, ya se le bajó.

Rodeé los ojos y me gire, caminando hacia la salida

- Volkov tu te vienes con nosotros

Definitivamente no me esperaba eso.

...

Porfavor, hace cuánto no me divertía así.

Estaba riéndome de Jack y su estúpida forma de tomar whisky.

No podía parar, el estaba haciendo una cosa rara con su cabeza, y la mitad del líquido se le caía por un lado, aunque el estaba tan ebrio que ni lo notaba.

Y por otro lado, Volkov esta igual que yo, aguantando la risa, mientras mira a su superior.

- Conway, ¿no le parece que ya debemos irnos?

- Noooo, Volkov, tú ni siquiera te estás divirtiendo! Ya debes derretir ese corazón de hielo coño

Lleve el vaso a mi boca, intentando disimular lo gracioso que se escuchaban.

Ambos arrastraban las palabras, y me recordó a aquellos años en las misiones, curiosamente se parecía a esto.

Pero claro, sin el ruido de las bombas.

- Venga Jack, hora de irnos..- dije tocando su brazo

El giro su rostro y me miró, con una sonrisa que más que agradable, daba miedo.