Casualidades

Married Life

Me abrazaba, y de repente dejé de sentir frío, era muy tierno conmigo y realmente era un Tom que me gustaría que todos se dieran la oportunidad de conocer, una persona es mucho más que sus errores y definitivamente Tom lo es. 

-Tengo que ir a cambiarme, ambos empezamos a despedir un poco de vapor.- Reí. Me dio un beso en la mejilla antes de deshacer su abrazo.- ¿Te veo en unos minutos?.- Caminó hacía su casa.

-¿En unos minutos?

-Sí, ya sabes.- Miró el segundo piso de la casa. Reí

-Ok.- Entré a casa, aun goteaba un poco mi cabello, Kerch llegó corriendo moviendo su cola alegremente, olfateo un poco mi ropa y pasó su lengua rápido por mi pantorrilla lamiendo el agua que había en ella, me hizo reír. 

-¿Te duchaste con ropa?.- La voz de mi papá me hizo brincar.

-Me asustaste horrible, no...- Caminé hacía mi padre dejando las huellas de mis tenis tras de mí.- Bailé bajo la lluvia con Tom.

-Me gusta verte así de feliz.- se acomodó en el sillón para mirarme.- Escucha, no sé que pase entre ustedes.- Mi papá señaló escaleras arriba refiriéndose a David.- Pero todo lo que te ponga esa sonrisa en la cara, debe tener algo que lo haga tan especial que vale la pena entender, a tu hermano se le pasará aquello que lo haya hecho enojar. 

-¿Sigue sin salir de su cuarto?

-Está en lo de un amigo, me parece que se quedará allí hoy y tu hermana está en una cita con el hermano de tu novio.- Rió.- Tú sigue siendo tan feliz como ahora y verás que las cosas se van a arreglar de alguna manera. No tendría el corazón de herirte...- Se paró del sillón y avanzó a hacía mí.- Ahora ve a cambiarte o te enfermarás.- Me dio un beso en la frente y caminó hacía la puerta.- ¡Y limpia esas huellas de lodo que dejaste en el piso antes de que regrese! 

-¡Seguro!- reí. 

Después de limpiar mis huellas, subí a mi habitación, rebusqué en mi armario por algo que me tuviera cómoda, tomé una sudadera rosa y unos pants a juego, corrí al baño aún con la frazada de Tessa como capa, sequé un poco mi cabello y me cambié la ropa, cuando salí del baño, Tom ya estaba en mi sillón.

-¿Sabes que tengo una puerta, cierto?

-No sería tan divertido si tocara tu puerta.- Se aproximó a mí para besarme de nuevo, sentía un cosquilleo en la espalda cada vez que lo hacía.

-No hay nadie.

-Estamos solos, ¿ah?.- Me miró juguetón a lo que yo reí con ganas.

-Sí, me refería a que no hubieses tenido peligro de que David abriera la puerta. Mejor aprovechemos para ver alguna película tranquilos. ¿Te parece?

-Me encanta.

Bajamos a la sala con cobijas en mano, me sentía bien de tener a Tom cerca de mí, era tarde, pero tampoco tanto, papá tenía que regresar en unas horas, no se quedaría con Natt, sólo cenarían en algún restaurante para festejar algo, eran lindos, los quería. 

Cuando estaba cerca de Tom, me gustaba la persona que era, era una persona que no todos conocían y era lo mismo con él, me gustaría que se dieran la oportunidad de conocer al Tom que yo conozco y amo, que amo con todo mi corazón y que amaré hasta que pueda hacerlo y él me deje, quiero vivir su amor, en todos los sentidos.

-Tom. 

-¿Sí?.- Dejó de mirar la televisión para mirarme, el comía una palomita y se veía muy tierno. Pasé mi mano por su cabello y tomé su mano.- ¿Estás bien?.- Alzó mi mano para besarla.