Casualidades

I Still Love You

Las últimas 18 horas las había pasado en mi cama observando la pulsera verde que adornaba mi muñeca, las cosas que Jack me había dicho sonaban en mi habitación cada minuto que trataba de distraerme y las canciones que Spotify elegía para mí sólo parecían recriminarme el haberle destrozado el corazón, no había querido recibir a nadie en mi habitación, ni siquiera a mis hermanos; David dejaba comida fuera y Tessa conversaba conmigo detrás de la puerta mientras comía esa comida.

Mientras miraba el techo de mi habitación tratando de buscar las palabras correctas para disculparme con Jack, comenzaron a tocar mi puerta.

-Vete... Quien quiera que seas.- Tapé mi cara con la almohada que no estaba ocupando.

-Creí que querías un poco de helado de menta con chocolate, pero parece que me comeré este litro yo solo.- Sentí como Harrison tomaba asiento a un lado de mí, descubrí mi cara para poder hablar con él, pero lo único que salió de mi boca fue un sollozo que hasta a mí me sorprendió. Harrison me tomó entre sus brazos y dejó que llorara en su hombro sin decirme nada, solo dejó que me desahogara.

-Lo siento, mojé tu sudadera.- Harrison limpiaba mis lágrimas con sus pulgares.

-No importa, ya estaba sucia.- Reí, me acomodé para que el se metiera bien en las cobijas conmigo.- Toma.- Me tendió una cuchara para comer helado con él.

-Gracias, eres el mejor.

-Lo sé.- Pasó su brazo detrás de mi haciendo que me recargara en él.

-No se que decirle, le rompí el corazón.

-Tom me contó lo que pasó, relativamente ustedes no estaban haciendo nada, pero si te sirve de algo, creo que lo primero que tendrías que decir es "lo siento", creo que él debía saber que Holland, siempre fue aquel Tom.

La palabra " fue" en la oración de mi amigo no era del todo correcta, no sabía si era un fue o aún era un es. Cuando hablaba de Tom hablaba en pasado, cuando hablaba de Jack hablaba en presente, Tom desde hace unos días debía ser mi ayer, pero sigue metiéndose en mi hoy, y yo lo permito. Yo y mis relaciones tóxicas...

-Tienes razón, debería ser sincera, un poco tarde para eso, pero Jack sabe que lo quiero.

Harrison sólo asintió y se ofreció a llevarme a su casa después de que tomara una ducha y me cambiara la pijama. Harrison era un gran chico, siempre estaba allí para mí, en lo que fuera que hiciera, no dejaba de pensar y elegir las palabras correctas para hablar con Jack, aunque no sabía de que hablar. De camino a casa de los Harries, cerca del Támesis, Harrison me preguntó algo que me dejó pensando mucho más.

-¿Siempre fue Jack antes que Tom?

-No, sabes que no es así. No es uno sobre otro, sólo que no sé si es amor., siempre que veo a Tom lo dudo, no sé por qué.

-Te acabas de contestar, querida hermana.- Me abrazó por los hombros y sonrió.- Si tú necesitas pensar si lo amas...

Él había escuchado algo más en mis palabras que yo no percibí, trataba de repasar en mi cabeza las palabras exactas que había utilizado. "No", no le veía nada de malo al " No", siempre los quise a los dos, Harrison siempre ha sabido todo sobre mí, incluso mucho antes que yo; ¡bingo!. "Si tú necesitas pensar si lo amas... Es que no lo amas". Cuando me había dado cuenta de lo que había dicho mi mano ya había tocado el timbre e iba subiendo las escaleras hacía el estudio de Jackson, iba con intensiones de disculparme y seguir con nuestra relación, pero ahora dudaba más que ayer sobre eso.

-Hola.- Hablé con un dejo de voz, casi inaudible.

-Hola.- Jack tenía la voz fría, caminaba de un lado al otro del estudio acomodando cajas con rollos de cámaras.