Casualidades

The misterious girl.

-Eh... ¿Cómo se llama tu amigo?- Hablé.

-David.- Ellicia seguía entretenida tomando las grandes y peludas patas de Kerch.

-Espera. Que no tu her...

-Sí... Sí.- Asentí, hice callar a Haz antes de que dijera que su "amigo" era mi hermano. -¿Y de dónde se conocen?

-Ah...- ¿Estaba nerviosa?- De la escuela, íbamos juntos a la primaria.- Mentirosa. Aunque no tenía nada que juzgar, yo le mentía diario cuando decía que su novio era un chico más.- Tengo que irme, adiós.

-Adiós.- Se levantó y como bala desapareció de nuestra vista.

-No conoce a tu hermano desde la primaria.

-Obviamente no. David me había contado sobre una chica especial que le gusta y que conoció en el parque. Quiero darle el beneficio de la duda a Ellicia y preguntarle a David.

-¿Quieres decir que Elle coquetea con tu hermano?

-No. No sé... Tal vez no, David puede malinterpretar las cosas.

-¿Y por qué, en ese caso, Ellicia mentiría?

-No lo sé. Por el momento disfrutemos este pre-cumpleaños ¿Quieres?

-Claro.- Sonrió dándome su mano para pararme, llamamos a los cachorros y decidimos ir a casa a ver películas de terror, me dan miedo pero las disfruto.

Caminamos de regreso a su coche, los cachorros estaban rendidos y nosotros también.

-¿Ya puedo saber que pasará pasado mañana?

-No, no comas ansias, ya lo sabrás querida amiga.

-¿Un adelanto?

-No.- Él seguía manejando con una sonrisa en su boca.

Llegamos a casa, los cachorros corrieron a la cocina para tomar abundante agua, nosotros nos sentamos frente al buró ordenado a morir de películas de papá, buscando alguna de terror.

-Creo que están en la T.

-Tu papá es demasiado ordenado.

-Sí... Algo que yo no.

-He visto tu cuarto, no tienes que decirlo.

-Ja Ja.

-Mira, Hush.- Sacó la caja del buró.

-No la he visto.

-Te gustará, no sale nada paranormal.

-Está bien. Ponla.

La película pasó rápido y los bowls de palomitas se vaciaban de igual manera, Haz se había convertido en mi compañero de relativamente todo, íbamos a pasear, a comer, veíamos películas juntos y era la única persona en este mundo que me había visto dibujar.

-¿Te gustó?

-Claro. Aunque creo que no fue la mejor idea ya que paso la mayor parte del tiempo aquí sola...

-Sí, tal vez, pero no estás sorda y no vives en medio de la nada.

-Buen punto, te odio.

-No es cierto.- Lanzó una palomita sobrante del bowl a mi cara.

-¡Oye! ¿Por qué siempre tenemos que lanzarnos algo?- Reí.

-No lo sé, es divertido.

-Hola.- Ambos dimos un brinco.

-¡David! ¿Por qué nunca haces ruido?

-Lo hago, al parecer estás sorda.

-Lo ves, te dije que no era buena idea la película. Alguien vendrá a matarme.- Rió.