Casualidades

Get close to the window

Pasé la mayor parte de la tarde con Haz y Monty en el parque. Harrison era uno de los chicos más amables que he conocido. Aparte de gracioso. Me llevó a las librerías más cercanas, las que tuvieran cafetería, por si me apetecía un buen libro o una buena taza de té o café. También me llevó a varias tiendas dónde podría comprar cosas para mi nueva habitación. Se portó de lo más amable conmigo. No sabía si era porque le agradaba o porque sentía lástima por mí. De todas maneras, era un gran detalle, después de ello pasamos por unos croissants y un poco de té y agua para los caninos para el camino de regreso, estar con Haz me hacía olvidarme de todo lo que pasó con Thomas. Tampoco es que fuera lo peor, igual no eramos nada él y yo. Llegamos a mi casa y Tessa y Harry seguían hablando en el porche, a mi hermana se le veía muy contenta y a Harry también para ser sinceros. Ambos nos saludaron con la mano.

-¿Dónde estabas? Me preocupé por ti.- Habló mi hermana.

-Bueno, gracias por tus tres segundos de preocupación Tess, pero, fui al parque y me encontré a estos dos chicos.- Señalé a Haz y a Monty, el cuál estaba rendido de correr y caminar. - Se nos fue el tiempo.

-Bueno, yo tengo que regresar a casa, mi mamá me quiere todo el tiempo ahí después de no verme nueve días.

-Okay.

-¿Nos vemos mañana? Tal vez pueda mostrarte más cosas de aquí.

-Claro. Nos vemos, Haz.

-Hasta mañana chicos.- Nos despedimos de beso y cargó a Monty, que estaba rendido.

-Creo que yo también debo irme, nos vemos, ____. Hasta mañana Tess.- Besó la mejilla de mi hermana y partió para la casa de enfrente. Ambas entramos a casa, quité la correa del collar de Kerchak. Tomé una botella de agua de la nevera y tomé asiento en el sofá de la sala.

-¿Con que Haz, eh?

-¿De qué hablas?

-Oh, vamos. Hace unas horas llorabas por Tom y regresaste súper contenta con Harrison.

-Okay, en primera, me lo encontré y al parecer quiere ser mi amigo, cosa que agradezco y en segunda me duele lo de Tom, no es algo grato que todo el mundo me esté recordando el como me hicieron sentir hace rato. Lo tengo presente. Disculpa por no estar llorando todo el tiempo. No saques conclusiones de algo de lo que no sabes, Teresa.

Subí a mi cuarto para poder dejar de pensar en lo que pasó, tal vez no debí hablarle así a Tess, pero siempre parecía que sabía todo. Era muy molesto, tenía que distraerme, puse música y cerré la puerta, tomé las cajas que habían llegado hace unos días con mis cosas, las abrí y saqué libros, películas, discos, algunas decoraciones y dibujos que había hecho, podría decirse que soy buena dibujando, me encantaba hacer los rostros de las personas, definiendo sus ojos podías transmitir todo lo que sentían. 

Hace mucho que ya no hacía un retrato, tome todos y los saqué de la caja. Los acomodé en una carpeta que sitúe en mi armario. Tomé la ropa, la doblé y la metí. Dadas las diez de la noche había terminado con el espacioso cuarto y me decidí por dibujar. Tomé la foto de Bradley Simpson, de The Vamps, me encantaba la forma en la que sus ojos se arrugaban y se hacían pequeños cuando sonreía... Igual que a Tom. Dejé de pensar en Tom y me concentré en  Brad, comencé delineando sus ojos, su nariz, sus cejas y su boca. Después comencé con su cabeza y dándole definición a los ojos, mi parte favorita, ya eran las  cuatro de la madrugada y yo no me había dado cuenta, dejé mi lapicero en la taza que me regaló mi madre antes de venirme, apagué las luces y me acomodé en mi cama. Escuché que algo golpeaba mi ventana, creí que eran ramas hasta que mi celular vibró, lo tomé del buró y lo chequé, tenía un mensaje.