Pick up the phone

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Ya casi daban las nueve y Lizzy estaba en mi casa ayudándome a escoger algo de mi armario para mi "cita" con Jack, Harrison estaba abajo viendo algo tratando de no involucrarse en cosas de chicas. La verdad es que no quería ir, miraba el dibujo de Thomas y la sudadera, el corazón se me apachurraba; incluso sentía que Kerchak me miraba con desaprobación.

-Y... ¿Harrison tiene novia?- Regresé mi atención a lo que estábamos haciendo.

-¿Dusculpa, te ha gustado mi mejor amigo?- Sonreí disfrutando del momento.

-No, sólo es curiosidad.- Movía los ganchos con rapidez. Me daba gracia.

-Ah, claro.- Sólo pasaba prendas al azar, ni siquiera tomaba una porque, así es, no me importaba y también eso me hacía sentir mal.- Bien, creo que esto está bien para el cine.

Tomé unos jeans acampanados, una blusa y mis plataformas que se escondían bajo la tela del pantalón, no solía vertirme así y no me era muy cómodo usar plataformas, era algo que quería ponerme porque sabía que con Thomas nunca lo luciría, sé que él me quiere con todo y mis pants, si es que aún lo hace...

-Wow, me encanta, deberías vestirte más seguido así.- Me reí.

-Qué graciosa eres.- Tomé el atuendo y me cambié, recogí mi cabello en una coleta y me maquille lo más raro posible, la que iría a esa cita no iba a ser yo.

-Me encanta, bajemos, ya no tarda en llegar, sólo, no le digas de tu obsesión por Spiderman, tu cuaderno, el peluche en tu cama y esa horrible máscara de allí, son horrendos.- Miré la máscara que Tom me regaló, Dios, y pensar que ahora la está usando me hacía estremecer, estaba orgullosa de él.

-Sabes, tengo que revisar las ventanas para dejar todo cerrado, ahora te alcanzo, sirve que conoces más a Haz y charlan un poco.

Ella asintió no sin antes mirarme mal por lo de Harrison, en cuanto se fue tomé mi celular, lo desbloquee mirando mi fondo del niño araña, teclee los números y esperé, necesitaba que él contestara, sólo un "Hola" me haría quedarme en casa. Esperé después de seis timbrazos aun nerviosa, ni siquiera sabía que iba a decir si me contestaba, su voz me haría sentir tantas emociones en un segundo. Medio minuto después, mi llamada se cortó. Bajé a la sala más triste que nunca, no me había puesto tan triste que Tom no me contestara como hoy.

-Hey, vas a una cita, no a un funeral.- Lizzy habló desde el sillón y Haz me miró, él sabia que estaba pasando.

-Sí, lo siento.- Toqué mis mejillas para asegurarme de que estuvieran secas. Haz iba a hablarme cuando el timbre sonó. Abrí la puerta sin ganas y vi a Jack con una gran sonrisa. Me sentí mil veces peor.

-Te ves muy linda.- Me saludó con un beso en la mejilla. Pude oler su aliento a yerbabuena y su loción con un toque de madera. Todo lo contrario a Tom.- ¿Lista?

-Sí.- Tomé mi abrigo y deje a mis amigos detrás de la puerta. Trataba de sonreír pero no podía.

-¿Estás bien?- Jack me miró, caminabamos hacía el cine. Miraba mis pies, odiaba estos zapatos. Asentí.- ¿Te gusta el cine?.- Volví a asentir.- ¿No hablarás?.- Se río, recordé que había pasado esto con Tom, cuando me había quedado afuera de casa, me sentí aun más triste, lo extrañaba y todo me lo recordaba.

-Lo siento, sí, me gusta.- Sonreí. A medias...

Jack se portó como un caballero toda la noche, me abría las puertas y me dejaba pasar de primera, era un chico muy dulce y me hacia sentir una basura estar ahí con él cuando no quería. Dieron las once, tenía que regresar, fuimos caminando y hablamos de la escuela, básicamente hablamos de todo, lo que me gustaba hacer, me llevó a la azotea de un restaurante, propiedad de su padre y miramos Londres desde ahí, Jack era tierno y un gran chico, había disfrutado estar con él.

CasualidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora