Harry and Tessa

9.8K 577 145
                                    

Alguien tocaba insistentemente la puerta de mi habitación, oía lo que pasaba pero mi cuerpo no respondía a pararse, realmente estaba muy cansada, por fin pude abrir los ojos y tome el celular para mirar la hora, eran las 9:10 am. Había dormido tres horas. Por fin me deshice de las sábanas y me paré, aun estaba aclarando mi vista. Abrí la puerta, era mi padre.

-¿Qué pasa?- Seguía adormilada.

-Cierto chico te está esperando en la sala. Cambiate. Y está un poco ansioso.

-Dile a "cierto chico" que se vaya a su casa.-Iba a cerrar la puerta pero mi padre volvió a hablar.

-Está bien. Pero Harrison lleva esperándote ya veinte minutos.

-¿Haz?

-Sí

-Dile que ahora bajo.- mi padre asintió y río. Yo cerré la puerta rápido, me metí a la bañera y me duché en dos minutos, salí corriendo a escoger mi ropa, tomé los primeros jeans y la primera blusa que vi, me puse mis converse y bajé.

-Hola, Haz. ¿Qué haces aquí?

-Oh ¿Recuerdas que te dije que te llevaría a recorrer tu nuevo vecindario? Pues aquí estoy. Pero obviamente no me esperabas. Lo siento, mejor regreso después y te aviso.-Se dio la vuelta para irse pero lo detuve.

-No, no, no. Para nada, te quedas a desayunar y nos vamos. ¿De acuerdo?

-Okay...

Harrison me ayudó a preparar el pan francés que mi madre me había enseñado a hacer y un poco de jugo de naranja. Mi padre seguía leyendo el extenso libro que tenía que editar, el cuál ya casi terminaba, nos miraba de reojo de vez en cuando, no porque no confiara en mí ni en Haz sino que no quería que David casi lo matara sólo por el hecho de ayudarme a hacer el desayuno, el cual él también comería. Tessa seguía dormida, esa niña entra en hibernación en vez de en estado de sueño, morfeo la duerme e hipnos se la lleva. No hay poder humano que la haga despertar temprano o simplemente despertar, cuando era pequeña mis padres creían que tenía narcolepsia, pero sólo les dijeron que la niña era muy perezosa. Cuando terminamos de preparar el desayuno subí a avisar a David y a Tessa para que bajaran a comer. Toqué tres veces en lo de David y nada, era muy extraño, abrí la puerta y mi hermano no estaba allí, no le di importancia y me dirigí con Tess, no toqué, solamente abrí la puerta encontrándome con Tessa dormida atravesada en la cama y Kerchak a sus píes, si es que los había. La moví y la moví pero no despierto así que opté por gritarle en el oído, esta se sentó de inmediato.

-¿Quieres dejarme sorda acaso?

-No, quiero que te levantes ya. A desayunar.

-Como digas mamá.

-Teresa...

-Voy.

Salí de su cuarto y bajé a la sala, le informé a mi padre de la ausencia de mi hermano y me dirigí de nuevo a la cocina, pero mi padre me detuvo.

-Está en el jardín, salió a jugar con Kerchak.- Me avisó sin apartar la vista de su libro.

-Gracias...-Salí por la puerta de cristal y efectivamente encontré a Haz jugando con Kerchak.- ¿Qué hacen?

-Nada. Estábamos matando tiempo en lo que Tessa y tu hermano bajan a desayunar.

-Bueno sólo seremos cuatro, afortunadamente David no está.- Reí, él sonrió. -Vamos. Tessa ya no tarda.

Harrison y yo ingresamos a la casa seguidos de Kerchak, mi padre y Tessa estaban ya sentados en el comedor, Tessa aún se encontraba en pijama y con el cabello hecho marañas, tenía la cara apoyada en su mano izquierda aún tenía los ojos cerrados. 

CasualidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora