Casualidades

Be Honest

Nota: Finn, ya no es Finn, es Jack.

Me desperté al día siguiente, busqué a Tom por la casa pero no había rastro de él, me asomé a la entrada para ver si estaba su coche y tampoco, resignada entré a la cocina, abrí el refrigerador y había una nota pegada en la leche; en ella me decía que su familia había regresado un día antes de su pequeño descanso y tenía que ir por ellos al aeropuerto. Nunca había visto la caligrafía de Thomas, así que como toda enamorada cursi, subí a mi habitación para agragarla a mi tablero, la posicione junto a su dibujo y volví a bajar. Me alisté lo más rápido que pude para ir a la escuela por fin era viernes, salí de casa temprano de nueva cuenta, no podía no pensar en Jack, me sentía una basura y más porque él lo único que había hecho conmigo era ser el chico más amable y tierno de todos. Mis pensamientos ocuparon todos los minutos de mi viaje y cuando me di cuenta, ya me encontraba estacionándome en la escuela, bajé del auto con libros en mano y pensamientos en la cabeza ¿Qué iba a hacer con Jack? ¿Cómo le iba a decir que quería a Tom después de habernos besado ayer? Miraba mis pies mientras caminaba, mis tenis sucios se veían mas limpios que mi cabeza en estos momentos. Alcé la vista y lo primero que enfocaron mis ojos fue a Jack sentado leyendo un libro, él merecía saber algo por lo menos...

-Hola.- Me senté a su lado y ya me estaba arrepintiendo de haberlo hecho.

-Hola.- Cerró su libro en cuanto escuchó mi voz, para cualquier lector empedernido sabemos que eso signifa mucho, no por todos dejamos nuestra lectura sin titubear. Mi corazón se apachurró, me miró y me sonrió como si yo no lo hubiera ignorado ayer. Diablos. Sus ojos brillaban, aunque siempre lo han hecho, el que ahora lo notara me hacía sentir mal. Mucho.- ¿Ya quieres hablar? Tal vez no debí haberte besa...- No lo dejé terminar porque si él lo decía, lo recordaría al instante.

-No, no, no, Jack, no fue eso... Creeme.- Sonreí ¿por qué sonreía? Miré las llaves que traía en la mano y el llavero del hombre araña, parecía guiñarme.- ¿Recuerdas que me dijiste en el aeropuerto cuando estaba llorando...

-Y con la nariz constipada y la cara roja. Lo recuerdo.- Me sonreía y me miraba como si fuera, no sé, algo precioso. Me ponía nerviosa.

-Si, ¿Recuerdas que me dijiste que todas las personas que se irían de mi lado ese día algún día regresarían a mí?

-Sí, recuerdo vagamente haberte dicho eso.

-Bueno...

-¡Hola, chicos! ¿Qué hacen?- Lizzy estaba parada frente a nosotros, le sonreía amable a Jack mientras que a mi me fulminaba con la mirada.

-Nada, sólo charlabamos.- Contestó Jackson por mí.

-Oh, espero nada importante. Me caes muy bien Harries, pero tengo que robarme a ____ porque sabes que sin ella no funciono a laora de estudiar.- Me tomó del brazo para que me levantara.

-Claro, no hay problema, suerte con su examen.

-Gracias, qué lindo eres.- Caminamos rápido hasta llegar a nuestro edificio.- ¿Acaso estás loca? Cuando te dije que tenías que hablar con él no me refería a ya así, sin pensarlo. Lo ibas a destrozar...

-Tienes razón, no lo pensé.

-No, no lo hiciste, sabes, tu me ayudas a estudiar y a no parecer que no sirvo para esto así que, te ayudaré con lo de Jacky.

-Bueno, para empezar si le dices Jacky no me ayudas mucho.

-Lo siento, aunque sea un año mayor me da ternura, es un pequeño bebé sonrojado y tierno.