Casualidades

Am I too late?

Me parecía que era una muy mala jugada de la vida el chico al que, aunque no quiera admitirlo, amo, y el chico que en este momento de mi vida merece todo mi afecto y atención, estuvieran en un mismo lugar sólo para alterar mis nervios. Algo había hecho mal que el karma se me regresaba. Lizzy llegaba hoy y estaba contenta por ello, por lo menos una cosa buena en todo este alboroto que tenía en la cabeza, Jack se había ofrecido a ir por ella en lo que yo hacía unas cuantas conferencias, juro que ese chico merece el cielo y más... Pero no a alguien como yo, me sentía mal, lo quería pero no lo podía amar.

Terminé rápido el día y salí corriendo al hotel, miraba a todos lados tratando de no toparme con Thomas; o tal vez lo quería encontrar, en estos momentos no sabía lo que estaba haciendo con exactitud. Subí por el elevador para darme una ducha rápida y cambiarme la ropa con la que fui a la escuela, tomé de la maleta una prenda negra que no sabía que hacía ahí; era esa estúpida sudadera de punisher, ¿Cómo diablos terminó en mi maleta? Yo no la metí allí, ¿O sí? Me estaba volviendo loca, la hice bola en mis manos y la aventé sin ver dónde cayó, saqué un suéter a rayas café con negro, unos jeans y mis vans negras, me vestí y bajé al Lobby, esperé en los sillones a que mi amiga y mi... Jack, llegarán.

Vi que las puertas automáticas se abrieron  y dejé mi lectura a un lado, Tom saludaba al recepcionista, me hice chiquita en el sillón para que no pudiera verme, pasó de largo y subió, Dios, juro que me sentía en una película. Después de un rato, Lizzy y Jack llegaron, fui a abrazar a Lizzy y a Jack, subimos a nuestro piso después de hacer el check-in, horas antes tuve que rogarle a Celine que se mudará de habitación para que Lizzy se quedará conmigo, tenía que hablar con alguien o iba a explotar. Me despedí de Jack con un beso, no sé porque lo hacía, sabía que lo quería pero... Agh! Él me quiere y yo soy una idiota.

-Ahora sí ¿Qué te pasa?- Lizzy aventó su maleta a su cama y se sentó.

-¿De qué hablas?- Traté de hacerme la loca arreglando algunas cosas que había tiradas en el piso.

-Vamos, ____. Te conozco y estás ansiosa.

-Tom está aquí.

-¿¡Qué!? ¿¡Cómo!?... ¿Viene con Haz?

-¡Lizzy! No tengo idea si Harrison también está aquí, lo que sé es que Tom está aquí.

-Perdón, ¿Cómo? Tienes que contarme todo.- Me senté junto a ella y le conté lo que yo sabía, que estaba en la escuela y que se encontraba a unas cuantas puertas de nuestra habitación. -No lo puedo creer.- Soltó una risa, todo esto le divertía.- Es el destino. Y... ¿Qué sentiste cuando lo viste?

-No sé.- Escondí mi cara en mis manos y solté un grito de desesperación.- Aún lo quiero.

-Amiga... Lo amas. Me daba palmadas en la espalda, la miré mal y me sonrió.- Vamos a almorzar, muero de hambre, distraete un poco, yo invito.- Tomó la tarjeta de la habitación y su cartera.- Y tal vez busqué un poco a Haz.- Reímos, abrió la puerta y salí yo primero, cuando iba a dar el primer paso me topé con alguien.

-Lo siento.- Escuché ese acento inglés en ese "Lo siento" y un escalofrío recorrió mi espalda.- ¿____?

-Tom.- Giré en mi eje y le sonreí. Miré que Harrison estaba a un lado suyo, le di una gran sonrisa, extrañaba verlo. Iba a abrazarlo pero Lizzy interrumpió.

-¡Haz! ¿Cómo haz estado?- Lizzy tomó a Harrison del brazo y se lo llevó directo al elevador. Me hicieron señas diciéndome que hablara con Tom, cosa que no quería y me negaba a hacerlo ya que por alguna razón el no verlo mucho tiempo había hecho que mi rubor regresara.

-¿Te hospedas aquí?- Metió las manos a sus bolsillos, traía ropa que nunca le había visto y de nuevo el cabello liso.

-Sí, ésta es mi habitación.- Sañalé la puerta a mí espalda.- ¿Tú?- Tenía que preguntar para fingir que no sabía ni el número de su habitación.