~Capitulo Cuatro~

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Narra Louis

-Hay que considerar un lugar más amplio para jugar fútbol- bromeó Liam.

Ya habíamos regresado al hotel en el que estabamos hospedados, pero a decir verdad, mi mente seguía en el parque con esa chica.

-¿Cuándo llega Eleanor?- preguntó mientras bajábamos del ascensor.

No respondí, en realidad no había oido muy bien lo que habia dicho. Tenia la vista perdida y solo queria entrar a mi habitación para pensar.

-¡Louis!- sentí un golpe en la espalda.

-¿Qué?- me sobresalté. Dios, estaba muy atontado.
Pasé las manos por mi rostro y suspiré.
-Lo lamento. ¿Qué decías?-

Liam frunció el ceño.

-¿Qué te sucede? No has dicho una palabra desde que dejamos a la chica y tienes cara de haber visto un fantasma- me espetó.

Podía ser, sí. Fue como un fantasma. Algo realmente extraño.

-Estoy cansado. Iré a dormir ¿si?-
Abrí la puerta para entrar a mi cuarto.

-Como quieras. ¿Cuando viene Eleanor?- repitió la pregunta de antes.

-Mm... mañana por la tarde,creo-
No estaba seguro y para ser sincero, no me importaba en este minuto.

Alzó una ceja extrañado. Claramente mi repentino cambio de actitud lo había desconcertado, pero ya qué. No podía explicarle lo que me sucedía cuando ni si quiera yo sabía qué rayos pasaba conmigo.

-Okey. Buenas noches- me dio una palmada en el hombro y se metió a su habitación.
Yo hice lo mismo. Dejé caer la llave en algun sitio y me lanzé sobre la cama.
Me quedé observando la lámpara que colgaba del techo, como si fuera la cosa más interesante de la vida.

¿Quién era la chica? ¿Por qué me daba la sensación de que ya la conocía?
Tal vez en otra vida fuimos cercanos. Era posible ¿no?
"Eso es rídiculo" me dijo mi subconciente.
Sí, sonaba bastante estúpido. Pero no era solo una persona a la que había golpeado sin querer, había mucho más que eso. No era un fanático del destino, pero esta vez podía percibir, que por alguna razón, no había sido una casualidad ni un accidente.

Sus manos... las tomé para que no cayera cuando intentó levantarse. Provocó algo en mi interior. Sin embargo, no era como esa sensación de mariposas en el estómago cuando tomas la mano de alguien que te gusta mucho. No, esto era mucho más profundo, era como una especie de conexión.
Si tan solo hubiese podido verla a los ojos, quizá habría podido descifrar a qué se debía todo eso. Pero ella no me miró en ningun momento, creo que no quería hacerlo.

Cerré los ojos e intenté recordar algunas características de ella. Sus manos eran suaves y finas, tenia el cabello largo y oscuro, su voz era dulce y a ratos dura, en especial cuando se dirigía a mi. Claramente no le agradé y no tenía la más mínima idea de por qué. Y a pesar de que su trato no fue muy amable, seguía llamando mi atención.
Hice un esfuerzo por asociar su rostro al de otra persona que hubiese visto alguna vez en mi vida.
Alguna fanática, tal vez.
"No lo creo" pensé.
Maldición. Odiaba esto ya que, era muy probable que nadie nunca me dijera quién era la chica y por qué me sentía así y seguro que a ella no la volvería a ver.
Aunque... sabía donde vivía. Podía ir hasta allá y pedirle...
¿Qué estoy diciendo? Parecería un completo sicópata.
Para la muchacha no fui más que el chico que le dió en la cabeza con un balón y punto.

Respiré profundo. Necesitaba despejar mi mente o me volvería loco por algo que seguramente era insignificante.

De pronto comencé a pensar en mis padres. Siempre conversaba con ellos antes de cada concierto, los sentía conmigo en todo momento. Estaban felices y orgullosos de lo que había logrado, podía percibirlo.
Mis padres. Mierda, los extrañaba.
Me sentí solo y desamparado, algo que no experimentaba hacía bastante tiempo.

Moments∞ || Louis Tomlinson  #PBMinds2016 #EMPawardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora