Moments∞ || Louis Tomlinson #PBMinds2016 #EMPawards

~Capítulo Cincuenta y cinco~

Narra Louis

La van pasó por nosotros a las once en punto. Recogiendo a Niall y Jane por el camino y rápidamente, cogió la dirección al aeropuerto.

Tenía una maldita mezcla de emociones que se arremolinaban en mi estómago y por ello, me sentía completamente inhabilitado para pronunciar una sola sílaba.

Me emocionaba esta nueva gira. Extrañaba los escenarios, la energía infinita de nuestras fans, disfrutar de la música con los chicos y hacer cada payasada que cruzara nuestras corrompidas mentes. Sin embargo, no podía ignorar la impresión de que a Emma la inquietaba algo. Sonreía cada vez que chocaba con mi visión, escrutándola minuciosamente, como si de verdad se esforzara por probarme que todo se encontraba perfecto.

Lo anhelaba.

Quería creer, aunque fuera de una manera inocente e infantil, que todo estaría bien. Que ella lo estaría.

-¡Louis, anda! ¡No nos queda mucho tiempo!- escuché la voz de Niall, la cual me apremiaba desde el exterior del vehículo.

Sacudí mi cabeza, esmerándome en borrar lo negativo de mis pensamientos.

Nos adentramos a paso raudo, dirigiéndonos automáticamente hacia la zona de vuelos internacionales.

Prontamente los llamados y las señas de otro pequeño grupo de chicos, atrajeron nuestra atención. Acudimos a ellos alegres. Las risas y las bromas, iban y venían, se palpaba el ambiente de expectación y motivación.

Mi novia se apartó unos metros junto a Jane, sospechaba que para confesarle lo que a mí no.

Narra Jane

La angustia bañaba su vista así como también lo hacía con su timbre.

La complejidad de la situación, únicamente alcanzaba a ser comprendida si se poseía la facultad de ponerse en el sitio del otro.

Si la idea constante, persistente, de distanciarse de alguien que amas ya era dura por sí sola, me era casi imposible imaginar esa intranquilidad, esa persecución eterna que se aproxima, mas nunca te atrapa.

Ese sentimiento que la invadía con cada adiós y hasta pronto que se veía obligada a emitir, a la par que su conciencia la torturaba. Y pese a ello, luchaba por conservar su paz y la esperanza intrínseca de que nada cambiaría durante un determinado periodo de tiempo.

Ella ya conocía, mejor que nadie, las jugadas de la vida.

-Emma, no hagas esto gratuitamente. De verdad estarás bien.- aseveré calmada.

Expulsó aire apesadumbrada.

-Lo sé, es estúpido- restregó su rostro con ambas manos.

-Verás que en tres meses, estaremos aquí de nuevo, riéndonos de cada ridiculez que pensamos.-

Rió despacio.

-Tienes razón.-

Me dispuse a abrazarla, justo cuando oímos a Liam anunciar su partida.

-¡Vamos, chicos!- exclamó, haciéndose audible por encima del bullicio proveniente del extenso lugar.

Mi amiga me sonrió para luego regresar con su novio.

El mío a su vez, apareció al frente, un segundo más tarde.

-Envíame un mensaje en la primera parada ¿sí?- pedí.

Asintió, al tiempo que sus manos ahuecaban mi cara entre ellas.

-Por supuesto.- aseguró. -Te quiero muchísimo, Jane.-